“La vida cotidiana está preñada de sentido del tiempo. Pensamos que unos hechos ocurren antes o después que otros. —-decía el novelista inglés Forster — Este pensamiento está a menudo en nuestra mente, y buena parte de lo que decimos y hacemos se basa en esta suposición. No todo. Al parecer, además del tiempo, existe algo en la vida, algo que puede apropiadamente llamarse ”valor”, algo que no se mide en minutos ni en horas, sino en intensidad. Porque, cuando volvemos la vista a nuestra vida pasada, observamos que no se extiende como una llanura, sino que a veces forma pináculos notables, y cuando miramos hacia el futuro, unas veces vemos que se asemeja a una pared, otras a una nube y otras al sol, pero nunca a una tabla cronológica(…) La vida diaria se compone en la práctica de dos vidas: una que se mide en el tiempo y otra que se mide por valores, y nuestra conducta revela ese doble vasallaje. ”Sólo estuve con ella cinco minutos — decimos— pero mereció la pena.” Ahí tenemos los dos vasallajes en una misma frase. La historia narra la vida en el tiempo, en tanto que la novela— si es buena—refleja además la vida de acuerdo con sus valores. También ella rinde un doble vasallaje.”
( Imágenes— 1- reloj fabricado por tasma en 1806- museo doorzoeck- Nederland/ 2- Fitzherber cosway -1786)