EL PODER DE LA ESCRITURA

El poder de la escritura, una obra del gran crítico francés Claude Edmond. Magny me lleva a pensar en el poder que tienen nuestras palabras al depositar sus rasgos en el papel y el poder que tienen esas mismas palabras al entrar por los recovecos del oído o penetrar por los orificios de la mente y entrar en el recinto de la atención y de la comprensión. Cuando escribo, – en pocos o en muchos minutos- lo recibe el ojo del lector que recorre mi pensamiento Hay un poderío de las palabras atadas por un hilo invisible que a veces las convierte en poemas y otras en prosas. Magny habla de la aparente facilidad de Rilke cuando en sus famosos y bellísimos “Cuadernos de Malte Laurids Brigge” desvela sus inmersiones y su soledad en Paris , sentado en una inmensa habitación de silencio. Pero Magny recuerda también el esfuerzo interior de Rilke para vomitar su angustia, para comunicar al mundo la vida y la muerte. Siempre las palabras, por muy rápidas que se escriban, suponen un esfuerzo y esas palabras luego, mansamente, tocarán a los lectores o les arrebatarán a profundos pensamientos. Por eso el poder de la escritura no se queda en los papiros ni en los viejos manuscritos sino que recorre las venas de la actual comunicación. Las palabras no se las lleva el viento. Están sujetas al blanco de la hoja o de la pantalla, se quedan ahí, a veces para siempre, y el lector acude cada vez a beberlas a sorbos porque en unas ocasiones le transmiten belleza y en otras sabiduría,

José Julio Perlado

(Imágenes- 1_flor del desierto / 2- Rilke_ wikipedia

UNA CONVERsACIÓN CON CELA

– Para muchos Cela era un hombre bronco. Para mí no lo fue. Yo le fui a visitar a la casa que aún conservaba en Madrid, en Ríos Rosas 54,  aunque él ya vivía en Mallorca. Pero había muchos Celas dentro de su personalidad. Hablamos de sus prólogos, de los prólogos que él había escrito para distintas obras suyas y para distintas ediciones y a él se le veía muy cómodo en aquella conversación. Hablamos también del oído que tenía que tener el prosista y de que para él, así me lo dijo, el oído del prosista tenía que ser más fino que el del poeta e incluso que el del músico. Me dijo que él había intentado reflejar la España de su tiempo, pero no el costumbrismo. Hablamos igualmente de sus muchos viajes por España y de la influencia de ambientes que él había recibido precisamente de esos viajes, del habla de las gentes… Hablamos, pues, de muchas cosas. Luego comí con él y con Charo, su primera mujer, una persona encantadora, y al final, ante mi sorpresa, me anunció que iba a regalarme este ejemplar realmente valioso que usted ve aquí, este objeto que luego, al cabo del tiempo, cada vez que lo abro y contemplo de nuevo como ahora lo hago con usted, no sólo estas páginas de escritor sino  las ilustraciones del pintor, es decir, estos dibujos de Picasso trazados con la seguridad que le caracteriza, me hacen pensar como contraste en los altibajos que suelen tener  muchos artistas, en los de Cela, que los tuvo por supuesto, pero principalmente en los de Picasso, que yo conocía bien, más sorprendentes quizá, revelados, espero que de modo sincero, por Francoise Gillot, una de sus mujeres, que contó escenas privadas de su vida en común en torno  a 1947. Siempre me han interesado esos altibajos o esos ánimos y desánimos de los artistas, porque son altibajos que también tengo yo y porque son muy humanos y corrientes y sobre ellos he publicado hace tiempo algunas cosas. Forman parte de los vaivenes del proceso creador. Pero en el tema de Picasso, cada vez que contemplaba estos dibujos, me acuerdo que me sorprendían más aún sus titubeos porque aparentemente Picasso parece un artista muy seguro de sí mismo y que se adentra impetuoso a romper moldes y  a iniciar movimientos y al que en un principio no se le adivinan incertidumbres. Y sin embargo Francoise Gillot relata las lamentaciones del pintor cuando en 1947, con sesenta y seis años de edad  y tras haber pintado en 1907  “Les demoiselles d ‘Avignon” o en 1937 el “Guernica”, haber atravesado de modo admirable sus periodos azul y rosa y haber expuesto en medio mundo, se niega a levantarse de la cama para ponerse a trabajar. Mi pintura,  se lamentaba Picasso en aquellos momentos según cuenta  Gillot,  cada vez va de mal en peor, cada día trabajo peor todavía que el anterior, estoy terriblemente desesperado y me pregunto por qué he de levantarme, ¿para qué he de pintar?, a lo que Francoise , si hemos de creerla, contestaba: “todos tus amigos te aprecian, tu pintura es maravillosa, esta opinión es compartida mundialmente.  A través de tu obra, puedes estar seguro de que algo va a cambiar. Hoy harás algo extraordinario. Ya lo verás cuando esta noche hayas acabado tu labor. Te sentirás un hombre completamente diferente”. Y Picasso, sentado en la cama, preguntaba : “¿Sí? ¿Estás segura?”. 

José Julio Perlado

“Los cuadernos Miquelrius”

(Imagen – wikipedia)

BERLÍN O ESCRIBIR SIN UN PLAN

En 1955 el escritor alemán Alfred Döblin contaba cómo había escrito su novela sobre Berlín.” No disponía de ninguna materia especial, pero el gran Berlín me rodeaba, y conocía a los berlineses individuales, así que escribí, como siempre, sin un plan, lanzándome de cabeza, sin líneas directrices. No construí una fabulación. La línea fue el destino, el movimiento de un pobre hombre fracasado hasta entonces.El cine ha entrado en el terreno de la literatura y los periódicos han crecido y son el producto escrito más importante y difundido, el pan de cada día de todo el mundo. Otra imagen de la experiencia del hombre actual son las calles, las escenas callejeras que cambian cada segundo, los anuncios, el tráfico rodado… Hoy día, el ser humano no es, realmente, más grande que la ola en que cabalga. La incoherencia de sus actos, el revoloteo y el ajetreo incesante forman parte de la imagen actual.”

Escritores con un plan ante la ciudad y escritores sin plan.

(Imágenes-1- parque de Berlín/2-Berlín- wikipedia)

LA LUCHA POR LA VIDA

Quien piensa que en él ya existe todo — escribe un pensador contemporáneo —-,y, en consecuencia, puede nutrirse de esa plenitud y disponer de todo, se niega lo que podría dar. El ser humano no está sólo para hacerse a sí mismo, sino para aceptar desafíos. Todos nosotros estamos inmersos en la historia y dependemos unos de otros.
Por eso el ser humano no sólo debería pensar qué quiere, sino más bien preguntarse para qué es bueno y qué puede aportar. Entonces comprendería que la realización no reside en la comodidad, en la facilidad y en el dejarse llevar, sino en aceptar los retos, en el camino duro. Todo lo demás se convierte en cierto modo en aburrido. Sólo la persona que se «expone al fuego», que reconoce en sí una llamada, una idea que satisfacer, que asume una misión para el conjunto, llegará a realizarse. No nos enriquece el tomar el camino cómodo, sino el dar.

(Imágenes- Miquel Barceló)

VIEJO CON SU NIETO

Y aquí tienen ustedes — dijo el guía- dos miradas cruzadas. Se trata del cuadro de Domenico Ghirlandaio “ Un anciano con su nieto”, una pintura al temple sobre tabla de este artista del Renacimiento italiano. Fechada en 1490, es una de las obras más conocidas del autor y destaca por su intensidad expresiva. Su realismo ha sido descrito como único entre los retratos del Quattrocento. Es uno de los pocos cuadros conocidos de un importante maestro renacentista que presenta el tema de un abuelo con su nieto. Pero lo que nos interesa aquí, como les digo, es ese cruce de miradas.La mirada de la infancia y la mirada de la senectud. Los ojos del nieto ascienden hacia los ojos del abuelo, admiran embobados esos ojos que le quieren y le sonríen a su modo, pues los ojos en la intimidad también sonríen. Los ojos del nieto pasan sobre la nariz enferma del abuelo, nada le importa ese montículo que asoma en su nariz. Lo que le atrae es la gran seguridad y serenidad de los ojos de su abuelo que le protegen. Y a su vez, los ojos del anciano quisieran hablar desde las pupilas de cuanto le espera a ese niño en su vida, incógnitas que nadie conoce y que el abuelo contempla con ternura porque quisiera descubrirlas y protegerlas.

Son las edades del hombre. El espejo de los ojos. La sabiduría y la ternura que se acercan a su final y la ingenuidad y la confianza que se alzan en la espera de ayuda desde la niñez. Vasari,en sus Vidas, dedicó varias páginas a Ghirlandaio, pero a nosotros —- dijo el guía — nos interesa más ese cruce de miradas de las edades del hombre, cómo los ojos se comunican y quisieran hablarse por encima del tiempo.

José Julio Perlado

( del libro “ La mirada” ) (relato inédito)

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(Imágenes-1- viejo con su nieto/-Louvre/ 2 – Ghirlandaio – anunció a Zacarías;)

HIROSHIMA Y KENZABURÕ ÕE

Creo que no exagero —decía el novelista japonés Kenzaburõ Oe — al afirmar que la experiencia del ataque nuclear sufrido por los ciudadanos de aquellas ciudades ha sido la mayor desgracia soportada por los seres humanos en el siglo XX. Por supuesto no existe modo alguno de reparar el desastre pero quiero concentrarme un momento en los esfuerzos de quienes, casi inmediatamente después de que se lanzaran las bombas, emprendieron los intentos de aliviar a las víctimas y, de diversas maneras, prosiguen tales esfuerzos hoy en día Yo era un padre jovn cuyo primogénito. nabía nacido deforme, aún no tenía la menor idea de cómo podría abordar el problema, y en un estado de aturdimiento por la situación, me había puesto a escribir acerca de la conferencia mundial sobre las bombas atómicas y de hidrógeno. Para mí el interrogante de mayor importancia era. ¿ por qué me había impulsado a aceptar semejante encargo en un momento tan horrendo y con una ignorancia casi absoluta de las complejidades de un movimiento político a gran escala?

(a la memoria del escritor japonés, Premio Nobel de Literatura, que acaba de morir.)

Descanse en paz.

Imágenes- wikipedia)

¡PALABRA MÍA ETERNA!

¡Palabra mía eterna!

¡Oh, qué vivir supremo

—ya en la nada , la lengua de mi boca—.

oh, qué vivir divino

de flor sin tallo y sin raíz ,

nutrida, por la luz, con mi memoria

sola y fresca en el aire de la vida,

Juan Ramón Jiménez

(Imágenes- 1- Juan Ramón/2= ikipedia)

RECONOCERSE EN EL OTRO

Recuerda un pensador contemporáneo que, en general, se puede afirmar que la persona siempre se reconoce primero en el otro, a través del otro. Nadie puede encontrarse a sí mismo si sólo observa su intimidad e intenta comprenderse y construirse a partir de sí mismo. La persona, en cuanto ser relacional, ha sido creada de tal forma, que se hace en el otro, y descubre también su sentido, su misión, su exigencia y posibilidades vitales en los encuentros con los demás.

(Imagen – Rothko)

ABRAZOS

En aquellos días de la pandemia se veía a los brazos deambular por los pasillos de las casas, a veces tiesos, a veces indolentes, y eso tanto en Oriente como en Occidente. Porque la pandemia no había supuesto una reducción de movimientos en las extremidades superiores del ser humano, pero sí un vacío de completo contenido, como si los brazos de hombres y mujeres que siempre habían tenido un contacto circular en el aire y con el aire, que siempre habían trazado un círculo en el aire para acoger a los demás con un abrazo, ahora tal movimiento estuviera casi totalmente limitado y desaparecido. Los brazos se dedicaban entonces a simples tareas mecánicas, muy valiosas para la vida de utilidad, es decir, para dirigir y transportar a las manos en el acto de comer, o bien para abrir y cerrar ventanas y puertas, o para extenderse luego desde el codo, orientando a las manos y a los dedos a cuestiones meramente físicas, pero no emocionales. Los brazos no podían abrazar porque no había a quién abrazar, excepto en algún momento a la íntima familia, puesto que los amigos y los amores estaban muy lejanos, casi desaparecidos, había un silencio de calles desiertas, una asombrosa ausencia de semejantes, no había encuentros ni reconciliaciones , ni siquiera el consuelo en las despedidas porque los que se iban lo hacían completamente solitarios, aislados de sus familias, envueltos en escafandras y tubos, en una muerte seca y rápida. Por ello los brazos no tenían la ocasión de abrazar, algo que necesitaban como el alma, ya que con los abrazos se ocultaban las angustias, las depresiones, y sobre todo se mantenía el ansía de compartir afectos con sólo rozar los hombros y las espaldas, con sólo compartir alegrías y dolores, en el fondo, con comunicar Las manos de vez en cuando aplaudían desde los balcones pero los brazos no sabían a quién abrazar.

José Julio Perlado

(Imagen- Elisabeth Vigee- cLebrun – 1789 (Louvre)


EL REFLEJO DE LO INVISIBLE

Existen fuerzas que no podemos ver — nos recuerda un pensador contemporáneo — y, sin embargo, son completamente reales. Fijémonos sobre todo en las cuestiones auténticas, las cuestiones del espíritu y del corazón. Yo puedo vislumbrar en los ojos de una persona, en su expresión y en otras cosas parte de su interior, pero sólo como un reflejo de algo más hondo. Visto así, también las cosas materiales traslucen un poco lo invisible de forma que nos aseguramos de su existencia y somos movilizados hacia ello. Las fuerzas que no podemos ver, pero sí percibir sus efectos, nos revelan que el mundo es más hondo de lo que son capaces de captar el ojo y los órganos sensoriales.

(Imagen- Pollock)

PERSONAJES

Recuerdo el ruido de.los libros. Yo me había quedado a oscuras a propósito en el centro de la biblioteca, en el centro la habitación, sin toser, sin moverme, los pies juntos, inmóvil. De repente apareció don Quijote apartando con su lanza la cortina de los clásicos,allí, en el rincón de Quevedo y de Manrique. Apartó la cortina con la lanza y evitó que Rocinante diera un pequeño traspiés contra la madera de la balda, apenas nada, porque pronto se irguió su figura y con Sancho detrás en la grupa avanzó por entre los lomos de los libros y los cristales de las estanterías porque iban los dos en busca de Papá Goriot, que estaba cenando con Balzac en la balda de los franceses entre una nube de café humeante, tazas y tazas de café humeante cuyas burbujas subían hasta el cerebro del novelista y le provocaban crear la Comedia Humana. Yo sabía que los personajes invadían la biblioteca del despacho y cada uno hablaba en su idioma y contaba sus hazañas, pero lo que no imaginaba era que cuando yo me iba a acostar los personajes salieran de sus estanterías como si se asomaran a un pueblo singular, a la gran plaza de un pueblo literario, en donde se

podia ver a Hamlet con su calavera en la mano preguntándose el ser o no ser de su personalidad, aunque don Quijote, mirándole, se asombraba de aquello porque él bien conocía su personalidad, la de un hidalgo que veía en en las tazas de café humeantes de Balzac molinos de viento y Sancho le decía que no, que eran volutas de humo para excitar el cerebro del novelista y que escribiera más y más.Todo aquello, sentada en un vagón de ferrocarril y asomada a su ventanilla en la estantería de los rusos, lo veía Anna Karenina, cubierta con su sombrerito azul y agarrando su pequeño bolso lleno de secretos porque allí ella no solo llevaba su lápiz de labios, las cremas y unas tijeritas, sino también una pequeña caja llena de mentiras ocultas, otra con las traiciones y las infidelidades y otra con las tentaciones y los celos

Yo seguía allí, quieto en la oscuridad, apenas me movía en el sillón del despacho, entraba una diminuta rendija de luz por los ventanales porque se habían dejado encendidas las luces de las oficinas de enfrente y la cara sombría de Juan Rulfo apenas se veía en la oscuridad. Era una cara sembrada de arrugas, como el campo, como si hubieran arado el campo, la nariz, las mejillas, los ojos, y cuando don Quijote, lanza en ristre, se acercó hasta la balda de los mexicanos y le preguntó qué significaba Comala, si era tierra o no de conquista, Rulfo levantó los ojos y los extendió sobre el campo y yo vi perfectamente la extensión del silencio y del campo, como si allí nadie hubiera vivido nunca y el silencio mostrara sus muertos.

Y así amaneció, sin yo moverme, aquella no, rodeado por los libros.

José Julio Perlado

(del libro “Relámpagos” ) ( relato inédito)

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( Imágenes- 1- don Quijote/ 2- Balzac/ 3- Hamlet/ 4 – Garbo en Anna Karenina/ 5- Juan Rulfo)

LA MONEDA Y LA ROSA

Cuenta Rilke que, en París, pasaba siempre junto a una mujer a la que arrojaba una moneda en el sombrero. La mendiga permanecía totalmente impasible, como si careciese de alma. Un buen día, Rilke le regala una rosa. Y en ese momento su rostro florece. Él ve por primera vez que ella tiene sentimientos. La mujer sonríe, luego se marcha y durante ocho días deja de mendigar porque le han dado algo más valioso que el dinero.

(Imágenes- wikipedia)

LAS PEQUEÑAS COSAS : 4) El CAYADO

El cayado, la “cachava” o el bastón tosco, corvo por la parte por donde se agarra, usado particularmente por los pastores, levanta las nubes cuando se alza en el aire, al bajar conduce al aire sobre los cuerpos de las ovejas, las ovejas van apretadas las unas contra las otras, lana contra lana, pensativas, obtusas, pezuña contra pezuña. El cayado es hijo del cayado padre y nieto del cayado abuelo, aquel que colgaba en el patio de la antigua casa de campo cerca de Soria, en plenos fríos, y es una herencia como peñón de madera, igual que una muleta, lo mismo, lo mismo que una muleta para trastear animales, yo nunca les he pegado a los animales con el cayado, si acaso les he amenazado con un gesto y basta, y entonces el río de las ovejas ha tomado otra vertiente porque las ovejas saben abrir caminos y en los caminos se aprietan unas contra las otras para quitarse el miedo del lobo, yo creo que el lobo no teme al cayado, el lobo teme al perro, a lo escurridizo del perro girando y ladrando y moviendo las patas y la cola que marcan territorio, que dibujan un mapa.

Por eso el cayado no es una pequeña cosa. Me siento ante su lado corvo y allí apoyo el mentón. Repaso los pensamientos. Están las inmensidades de los montes, el recorrido de las praderas. Está mi padre con su cayado austero, está mi abuelo con su cayado antiguo, están las marcas y las cicatrices que clavé en la madera cada vez que mataron a una oveja. Un cementerio de cicatrices. Apoyo mis años en el cayado tosco y miro cómo avanza el porvenir.

José Julio Perlado

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(Imágenes- wikipedia)

BUSCAR AL OTRO

Platón — recuerda un pensador contemporáneo — recoge el mito de que la persona fue dividida y que de ahí surgieron el hombre y la mujer. Visto así, cada uno es sólo una mitad—de ahí que siempre busque su otra mitad— El ser humano ha sido creado para el otro. El hombre para la mujer, la mujer para el hombre. Están buscándose entre sí para recobrar la totalidad.

La persona ha sido creada para necesitar al otro, para superarse a sí misma. Necesita el complemento. No ha sido creada para estar sola, lo bueno para ella no es la soledad, sino la comunidad. Tiene que buscarse y encontrarse en el otro.

(Imágenes- 1 y 2- Rothko)

VIAJES POR EL MUNDO (47) : EL CAIRO

Mis ventanas dan al kalisch, que es la calle de El Cairo más frecuentada – escribe el noble polaco Jan Potocki en un viaje de juventud—Lo es sobre todo, y mucho, por los espectáculos de toda suerte que han dado fama a esta ciudad

Me he.fijado ya en gente que hacía bailar a una especie de babuino de larga cola, otra que se las veía con culebras de más de diez pies de largo o que saltaban a través de muy estrechos aros provistos de puñales. Pero el espectáculo que más reputación tiene en El Cairo es el de las danzarinas que en general son bastante bonitas. Junto a esas sacerdotisas, una mujer me mostraba a su hijo que acababa de expirar por falta de alimento.

Otros hambrientos, que no tenían ya fuerza para sostenerse, se apoyaban contra los muros para poder llegar hasta bajo mis ventanas , algunos caían por el camino. Arrojé dinero a la calle: pero esa generosidad hizo mal efecto, pues todos los mendigos del barrio se han puesto a asediar la casa y están ahí todavía lanzando horribles gritos.

La calle de la que hablo se habrá convertido mañana en un canal pues las llenarán la aguas del Nilo que se introducen en ella con gran pompa. El objetivo de esta ceremonia es avisar al pueblo de que el Nilo ha llegado a su crecida ordinaria.

( Imágenes-1- calle típica de El Ciro/2- la Opera de El Cairo/ 3 wikipedia)/ 4 el Nilo)