
Quédate ahora, lector, sobre tu banco,
meditando en aquello que sugiero,
si quieres disfrutar y no cansarte.
Te lo he mostrado: come ahora tú de ellos;
que a ella reclama todos mis cuidados
esa materia de que soy escriba.
De la naturaleza el gran ministro,
que la virtud del cielo imprime al mundo
y es la medida, con su luz, del tiempo;
a aquella parte arriba mencionada
junto, giraba por las espirales
que le traen cada día más temprano;
y yo estaba con él; mas del subir
no me di cuenta, como aquel que nota,
tras la idea, de dónde le ha venido.
Dante
