LA MADERA DE LA PROSA

 Lo último que escribo para el libro que voy componiendo poco a poco sobre Japón, lo hago con papel y pluma y luego prosigo ya en word. No suelo reseñar estas cosas sobre mi trabajo, pero ahora sí las quiero dejar dichas aquí porque cada libro, en su concepción y realización, es distinto, y cuando uno escribe un libro diverso al anterior uno se pregunta qué es lo que hizo antes, si escribió el manuscrito o lo hizo directamente en la pantalla. Cada uno tiene su método, pero a mí escribir en un cuaderno me supone crear en bruto lo que quiero ir diciendo y hacerlo allí  con sus inmediatas correcciones a pluma, para más tarde pasar a la corrección reiterada en pantalla, que afina y da más calidad al texto. Siempre pienso lo mismo: que yo soy  como un mero artesano de la madera de la prosa, sentado quizás bajo una escalera, como así ocurría en muchos talleres de zapatero remendón, y que allí , en la concentración y en la soledad y resguardado de todas las miradas, va perfeccionando en lo posible su peculiar artesanía. La labor luego de modificar incesantemente la madera de la prosa y las situaciones hasta que quede todo totalmente encajado,  es fundamental.

José Julio Perlado

(Imágenes- 1 y 2- Hiroshide — wikipedia)