
Papini le hace decir a Haendel’ en su “Juicio Universal’: “Puedo decir que sólo una pasión llenó y guió mi vida: la música. Pasión devoradora, consumidora ; pasión soberana y dictadora de todo mi aliento. No sufría exactamente de la sed de escuchar música, sino, sobre todo, del hambre de componerla, crearla, darla. En mi larga, y a veces, miserable vida, únicamente soñé con expresar mi espíritu por la música, sólo me propuse traducir todos mis sentimientos y mis pensamiento en obras de música. Durante medio siglo seguido compuse sonatas, conciertos, dramas, oratorios, coros y jamás estaba satisfecho ni nunca me sentí cansado. No fuí un hombre, sino sólo un mediador de sonidos, un revelador de armonías, un dispensador de melodías. Allí estaba mi gozo, allí todo mi poder. Me agradaba llamar para que se reunieran a centenares y millares de almas diversas que acudían al cebo del placer, y yo las tenía con mi música , en una misma emoción, las sometía a un único sueño, las elevaba a un orden más divino, los hacía a todos semejantes, a todos concordes, a todos mejores. Y esta victoria del arte me parecía asimismo, obra de misericordia, milagro de caridad.


(Imágenes- 1- Haendel – 1726- atribuido a Baltasar Denner- Foto dea picture library- Gety images/ 2- Haendel – philippe Mercier- wikipedia/ 3-Westminster- 1790- wikipedia)
Wemister- wikipedia