
Releo “La novela de una novela” de Thomas Mann. Cada vez la documentación es más necesaria y trabajosa. Pienso nuevamente en Thomas Mann y en sus esfuerzos de documentación para su «Doktor Faustus», sus estudios sobre música y sus conversaciones con filósofos y músicos. Con todas las distancias que se quieran, es parecido a cualquier trabajo de investigación. El tema del tiempo en los japoneses, su sentido de la belleza y de lo efímero, tras estudiarlo, se vierte luego en muy pocas líneas creadoras, llenas de invención, pero que necesitan de ese soporte documental para no defraudar y ser auténticas. Cuando descubro, por ejemplo, el sentido de la fragilidad y de lo efímero en la cultura japonesa, las imágenes luego brotan libres e instantáneas; como las cerezas – siempre es así la investigación -, unas cuestiones atraen a otras, unos libros a otros, y al fin, apartando a un lado los «andamios» de la investigación y del estudio, se escribe la invención que fluye, la que uno inventa y toma aire y cuerpo en la ficción del relato.
José Julio Perlado
