EL NACIMIENTO DE UN PERSONAJE

A mí los personajes heroicos en el sentido romántico, en el sentido tradicional del término — decía Tabucchi en 2009 – me dan un poco de miedo. Para ser un verdadero héroe hace falta ser inconsciente y sobre todo no tener miedo. Y yo tengo miedo de las gentes que no tienen miedo. Prefiero las gentes que tienen miedo. El miedo es una forma de sabiduría, el miedo es humano. Cuando creo un personaje yo no conozco verdaderamente su historia, doy indicaciones, pistas. Porque yo también querría saber de dónde han venido esos personajes, cómo han llegado hasta allí, y es todo muy extraño. Porque, como en cualquier otra cosa, una criatura fantasmagórica surge en vuestra consciencia y poco a poco adquiere un comportamiento, un rostro, una voz que comienza a solicitaros. En realidad uno se siente un poco culpable con sus personajes. Se les da la vida, salen de sus limbos, y frecuentemente existen, y después uno los encierra en una caja, les obliga a vivir eternamente en la historia que nosotros hemos inventado. Contarle al lector cómo ha nacido un personaje es en cierto modo como hacerle un regalo; es decirle: bueno, aquí está, yo os lo entrego, haced lo que queráis con él, podéis imaginar con él otra historia.

(Imágenes— 1- Tabucchi – Wikipedia/ 2- fotos 1930)