
Seguramente será como ahora. Estaré despierto,
iré de aquí para allá por el pasillo. Como un minero
que sale de un pozo, me subirá
desde el silencio de toda la casa, brusco,
el ronquido del ascensor. Me pararé a escuchar
el abofeteo de puertas de metal, y los pasos
por el rellano, y adivinaré el momento
en que arrancará a temblar la angustia del timbre.
Sabré quiénes son. Les abriré en seguida. Todo perdido,
que entren esos a quienes deberé decirlo todo.
Gabriel Ferrater- “La vida furtiva” – traducción P. Gimferrer)
