
Wagner entre Schopenhauer y Nietzsche. Wagner y sus influencias. El “Wagnerismo’: arte y política a la sombra de la música” que acaba de publicar Alex Ross ,el gran crítico musical del ”New Yorker”, ya había anticipado muchas cosas sobre Wagner en su gran libro ”El ruido eterno”: la influencia de Wagner en el teatro y la pintura, en la literatura, la estética y la política. “En 1906, veintitrés años después de su muerte, los jóvenes sofisticados memorizaban sus libretos igual que los universitarios estadounidenses de una época posterior recitaban a Bob Dylan, y los antisemitas y los ultranacionalistas consideraban que Wagner era su profeta privado.”
El propio Wagner deseaba escapar del gigantismo que su obra acababa de representar y exclamó: ”He tomado el pulso a nuestro arte moderno y sé que morirá”, escribe en 1850. ” Saber esto no me llena de tristeza sino de alegría. El carácter monumental de nuestro arte desaparecerá, nos desprenderemos de ese aferrarse y anclarse al pasado, de la preocupación egoísta por la permanencia y la inmortalidad a toda costa ; dejaremos que el pasado sea pasado, el futuro futuro, y viviremos sólo el hoy, en el aquí y ahora, y crearemos para él.”
(Imagen—Albert Gleizes)