SOBRE EL VOLCÁN

“De un lado en la mitología se menciona la extraordinaria fertilidad de las tierras volcánicas, como Nápoles, California o Japón. De otro, el fuego destructor se asocia a la idea del mal — recuerda Juan Eduardo Cirlot en su ”Diccionario de símbolos”—Para los persas, el volcán era solo el gran adversario. bajo la forma de un inmenso dragón o serpiente encadenado al monte Demivand. No es sólo el símbolo de la fuerza primaria de la naturaleza y del fuego vital( creador y destructor) sino lugar simbólico del ”descenso” de los elementos que en su pozo se relacionan y transforman ( aire, fuego, agua, tierra). Paicológicamente es un símbolo de las pasiones. Un sentido importante dimana también de la especial característica del volcán, en el cual, a una larga fase de trabajo latente, contenido y oculto, sucede una brusca y terrible erupción.”

(Imagen — foto de Yorgos Karahalis- the New Yor Tmes)