SOBRE LOS GIGANTES

“Sobre la línea del horizonte en estas puestas de sol inyectadas de sangre—- como si una vena del firmamento hubiera sido punzada, escribe Ortega en sus ”Meditaciones del Quijote” —-: se levantan los molinos harineros de Criptana y hacen al ocaso sus aspavientos. Estos molinos tienen un sentido: como “sentido“, estos molinos son gigantes. Verdad es que Don Quijote no anda en su juicio. Pero el problema no queda resuelto porque Don Quijote sea declarado demente. Lo que en él es anormal ha sido y seguirá siendo normal en la humanidad. Bien que estos gigantes no lo sean, pero…., ¿y los otros?, quiero decir: ¿y los gigantes en general.?¿De dónde ha sacado el hombre los gigantes ? Porque ni los hubo ni los hay, ” en realidad”. Fuere como fuere, la ocasión en que el hombre pensó por vez primera los gigantes no se diferencia en nada esencial de esta escena cervantina. Siempre se trataría de una cosa que no era gigante, pero que, mirada desde su vertiente ideal, tendía a hacerse gigante. En las aspas giratorias de estos molinos hay una alusión hacia unos brazos briáreos. Si obedecemos al impulso de esta alusión y nos dejamos ir hacia la curva allí anunciada, llegaremos al gigante.

(Imagen—Stuart park)