Nada es más insoportable para el ser humano. —- decía Pascal —-que vivir en reposo, sin pasiones, sin quehaceres , sin diversiones, sin nada en que ocuparse Porque entonces siente su nada, su abandono, su insuficiencia, su dependencia, su impotencia, su vacío.
Al comenzar la segunda parte del concierto, las escaleras y los salones de aquel gran palacio de Schönburnn fueron el escenario para que el Ballet Estatal de Viena ofreciera el vals de “Las mil y una noches” que varias parejas bailaron, una vez que Barenboim abrió esa segunda parte con una lectura de “tempo” vivo de la obertura de la opereta de Johann “ El murciélago”, y detrás de ella la célebre “ Polca del champán”, a cuyo término se descorchó literalmente el licor. Hisae seguía todos esos movimientos intrigada y divertida. Sobre todo cuando escuchó el vals “Noctámbulos” de Ziehrer en donde todos los profesores de la formación vienesa cantaron y silbaron. A Hisae le entretenían mucho todas aquellas bromas. Había seguido durante mucho tiempo — siempre en aquel palco al que estaba abonada — varios Primeros de Año y había descubierto allí la personalidad de diferentes directores como Zubin Mehta, Muti o Jansons, Ahora en cambio sólo se fijaba en Barenboim. En su seriedad y en su concentración.
Entonces apareció el documental del descanso que mostraba el vuelo de una llamativa mariposa que giraba por encima de lugares emblemáticos de Austria mientras tocaban conjuntos de cámara de la orquesta austriaca y siguiendo la estela de aquella mariposa sobre el palacio de Schönburnn o el centro de la ciudad de Salzburgo, Hisae vio volar su vida, una vida que se ofrecía toda en presente, sus clases a los niños en 1199, la construcción del Pabellón de Oro en 1397, las cartas que ella había escrito dirigidas al pasado y al futuro en 1420, las guerras de Onin en 1467, la penosa subida al monte Fuji en 1470, la visita al teatro y a sus máscaras en 1487, la ceremonia del té en los bosques de Kitano en 1587, el encuentro con Bashó en 1650, el encuentro con Utamaro en 1804, las charlas con Monet en París en 1875 , la evocación de Hokusai en 1901, la evocación de Hiroshige en 1901, el Japonismo en 1902, las conversaciones con Puccini en 1907 sobre “ Madane Butterfly”, la estancia con Monet en Giverny en 1921, la explosión de Hiroshima en 1945, las conversaciones con Kurosawa en 1954, las charlas con Jean Miró en 1966 y muchos recuerdos más que aquella mariposa y su música le traían y llevaban en un presente perpetuo,
Pero pronto le distrajo en la pantalla de la sala la galanura de ocho caballos de la Escuela Española de Equitación que deambulaban elegantes y dóciles al ritmo de la música,Después vino una polca rápida, “A la caza” de Jann y enseguida los compases de rigor de las llamadas “propinas”, la felicitación del Año Nuevo en palabras de Barenboim , las sedas iluminadas del Danubio Azul y pot fin la galería de los aplausos acompasados, de las palmas entusiastas de hombres y mujeres en “la Marcha Radetzky’ marcando el compás, como lo marcaba ahora Hisae Izumi desde su kimono de ramas tiernas de glicina y ramas de ciruela así, año tratas año, en ese mismo lugar lo seguirá marcando siempre.