
El mudo está hecho así — escribe Kamo No Chōmei en sus ”Notas desde mi cabaña de monje” —-Es muy difícil vivir en él, y todos sienten la precariedad de su propia vida, de su vivienda. Además, según el lugar en que se habite, o la condición en que se encuentre, uno choca con innumerables causas de problemas.
Si, por ejemplo, siendo de condición modesta, uno vive cerca de un hombre poderoso y experimenta alguna gran alegría, no se atreve a exteriorizarla ruidosamente; del mismo modo, si le ocurre alguna desgracia, no se atreve a levantar la voz para sollozar; nunca está cómodo en sus actitudes ni en sus gestos; siempre debe temblar. Esa situación es comparable a la de un pequeño gorrión que se acerca al nido de un halcón.

(Imágenes—wikipedia)