
“De vez en cuando volvía a tomar el libro. La historia la conocía perfectamente: aquel matrimonio que era igual que el de ella, los bruscos ademanes del marido, los arrumacos de sus hijos, el paso del tiempo, el descubrimiento de la vida, ¿cuándo la heroína había descubierto la vida de verdad?, ¿en aquel banco del jardín?, ¿en el momento en que se puso el sombrero negro?, entonces volvió a pasar las páginas hacia adelante y hacia atrás buscando en el libro cómo se describía aquel banco del jardín, pero sobre todo qué tono le había dado la escritora al amarillo del campo que estaba detrás de ella Si ella giraba la cabeza podía redescubrir una vez más la hilera de los árboles. Pero, ¿ y la soledad? ¿Cómo había contado la escritora la soledad? Entonces, como cada tarde, se puso a buscar otra vez en qué página podía estar descrita la soledad, la soledad que ella tenía en aquel banco, la soledad del libro, y en cuanto la encontró la leyó varias veces, muchas, muchas veces, quizá para estar más acompañada. “
José Julio Perlado
(del libro ”Relámpagos”)
(Imagen— Irving Ramsey Wiles- Daum-net)