Existen los periódicos, nadie puede negarlo — escribía Dionisio Ridruejo en su ”Diario de una tregua”—-.Los recibo, los leo y alguna vez —- qué remedio —me asomo a alguno. Suceden cosas. ¿ Cómo podría ignorarse? Suceden cosas, desgarramientos, condecoraciones y hasta vagidos de algún parto. ¿Qué hacer con todo eso? El retiro es forzoso. No es en el espacio. Lo es dentro de mí mismo donde los escombros fueron alcázares. Abajo queda el mar y abajo aún —-abajo de su piel — una placenta enorme y jadeante sigue generando vida. El maniatado por dentro y por fuera sólo puede salvar su corazón buscando luz, bebiendo humanidad virgen, por donde la Historia reposa y está la creación imperturbable.(Imágenes—— 1 – Henri Charles Guerard/ 2- david Llyle)