
“Es más amable en sí mismo el rizo suelto y las abundantes ondulaciones, y los movimientos opuestos de los rizos que se mezclan con naturalidad y arrebatan la vista con el placer de seguirlos— decía el artista británico William Hogarth en el siglo XVlll — más si son agitados por un suave airecilio. Los poetas lo saben, y lo saben los pintores, y han descrito los alegres bucles ondeando al viento. Y para demostrar cuánto hay que evitar el exceso de enredo, como en cualquier otro principio, los mismos cabellos desgreñados y enredados ofrecerían una imagen desagradable, porque el ojo estaría dudoso y no sabría cómo seguir tal confuso número de líneas descompuestas y desgreñadas; y sin embargo, la moda actual adoptada por las damas de llevar una parte de la cabellera trenzada desde atrás, a modo de dos serpientes enroscadas, que siendo más espesas por abajo poco a poco va disminuyendo y, uniformándose de manera natural a la forma del resto de los cabellos, se sujeta en la parte de arriba, es extremadamente pintoresca. Ese trenzado de cabellos con distintos espesores es una manera artificiosa de conservar el enredo justo para ser bello.”

(Imágenes— 1- George Romney -1782– retrato de Lady Hamilton – tate gallery/ 2- Rossetti – 1877)