ORO DE JUAN RAMÓN

 

“La palabra oro vivía en el piso principal de la calle de Padilla 38, en Madrid, en la misma casa en la que vivía Juan Ramón Jiménez. Como anillo redondo, la palabra oro, a la que todo el mundo confundía con un metal precioso, maleable, dúctil y brillante, estaba hecha con hojas de letras, dos vocales redondas y una consonante en medio, y en el fondo había vivido en todas las casas de Juan Ramón, también en la de Moguer, en la casa de la “Calle  Nueva” y luego estaría igualmente en su  casa  de  Nueva York,  y después, al final, en la de Puerto Rico, en la Universidad, hasta la muerte del poeta. Era una palabra luminosa, pequeña, redonda en su forma, resplandeciente y con poderes especiales para imantar. El círculo de  la palabra oro imantaba enseguida a la palabra  sol, a cielo, a verano, andaba por el cerebro de Juan Ramón dando vueltas por las habitaciones y abriendo puertas sin apenas hacer ruido, y quizá por eso sobresaltaba siempre al poeta cuando éste se asomaba al ventanal, y contemplando enfrente el sanatorio de Nuestra Señora del Rosario con sus fuentes, su palmera y su pérgola, venían hasta él recuerdos y amores en Madrid, y se dejaba ir ya en primeros versos. Pero la palabra oro insistía, venía brillante y rodando por las habitaciones aprovechando que Zenobia había salido de compras, y se subía a las manos de Juan Ramón, ensartaba de luminosidad sus dedos y le hacía escribir con lápiz muy despacio las primeras intuiciones, por ejemplo,  niños de oro, o el oro de mi alma.”

José Julio Perlado

(del libro “Miradas”) (relato inédito)

TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

 

(Imágenes—1-Sipho  Mabona – 2014/ 2- Sir Terry Frost)

 

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.