“En sus “Aspectos de la novela”, el inglés Forster imagina a los múltiples novelistas, sentados en una sala del Museo Británico, escribiendo al mismo tiempo. No sería la historia de la literatura , sino el espacio de la literatura.—decía Ricardo Piglia -. No es la imagen de una evolución o una duración , sino la presencia, sin cronología , en un presente sin tiempo. No es la temporalidad la que define las formas, sino el lugar, la cercanía y las correspondencias. Siempre que releo esas páginas de Forster — continuaba Ricardo Piglia— imagino que los escritores se copian, se espían, se piden las plumas, las estilográficas prestadas, se intercambian los papeles, se los roban.”
Una imagen que al escritor argentino le perseguía y que comentó en muchas ocasiones.
(Imagen—dibujo de la sala de lecturas del museo Británico)