“El que escribe poesía —recuerda Joseph Brodsky — lo hace ante todo porque escribir poesía es un acelerador extraordinario de la conciencia, del pensamiento, de la concepción del mundo. El hombre que haya sentido esta aceleración una sola vez ya no puede resistirse a esta experiencia, se vuelve dependiente de este proceso de la misma forma que sucumbimos a la dependencia de la droga o del alcohol.”
(Imagen —Lin Schunxiong)