“En Navidades todos somos un poco Reyes Magos.
Empujones y barro en los abastos.
Por una caja de turrón de café,
gente cargada con montones de paquetes
emprende el asedio del mostrador:
cada cual hace de Rey y de camello.
Cestas, bolsas, paquetes, envoltorios,
corbatas torcidas, gorros.
Olor a vodka, a pino y a bacalao,
a mandarinas, a canela y a manzanas.
Un caos de caras, y no se ve, entre la nieve,
el camino que lleva a Belén.
(…)
Y lo que se festeja ahora por todas partes
es Su Advenimiento, que pone juntas
todas las mesas. Aún, quizás, no necesiten la estrella;
aunque la buena voluntad de los hombres
se distingue de lejos,
y los pastores encendieron las hogueras.
Cae la nieve; no echan humo sino suenan las trompetas
de las chimeneas en los tejados. Y las caras son manchas.
Herodes bebe. Las mujeres esconden a los chicos.
¿Quién se aproxima? — nadie lo sabe:
ignoramos cual es su señal, y los corazones
puede que no reconozcan al forastero.
Pero, cuando en el umbral el aire disuelve
la espesa niebla nocturna
y surge la figura con manto,
al Niño y al Espíritu Santo,
lo sientes dentro de ti sin avergonzarte;
miras al cielo y ves la estrella.”
Joseph Brodsky – “ 24 de diciembre de 1971” (traducción de Svetlana Maliavina y Juan José Herrera de la Muela)
(Imágenes – 1-Salvador Dalí- / 2- change everyting/ 3-Brassai- 1932)