NEVADA

Lenta desciende la nieve del cielo ceniciento: gritos

no se oyen en la ciudad , ni un sonido de vida;

ni de la verdulera la llamada, ni el traqueteo del carro,

ni la canción feliz de amor y juventud.

Desde la torre de la plaza, roncas vienen las horas

gimiendo cual suspiros de un tiempo remoto.

Pájaros extraviados picotean los empañados cristales:

espíritus que de amigos del más allá regresan y me miran.

Pronto, queridos, pronto, descenderé al silencio,

reposaré en la sombra. No te turbes, corazón.

Giosue Carducci— “Nevada” (traducción de Antonio Colinas)

(Imagen- wikipedia)