HOJAS DE CALENDARIO

Hojas de calendario que se desprenden de las paredes de las cocinas, de los humos, de los hornos, de las comidas. Salen por las ventanas a los patios, empiezan a revolotear cargadas de fechas y tareas, proyectos, marcas, señales, recuerdos en rojo, avisos, lo que se hizo, lo que aún hay que hacer, tachaduras, cruces. Vuelan y vuelan por los patios, se unen a otras hojas que vienen de otras cocinas en países y en idiomas distintos y todas van al mar. De pronto el mar se cubre de hojas de calendario blancas y azules como veleros, que también parecen pájaros con señales en los lomos, cada hoja te cuenta la historia y vicisitudes de una familia, los barcos ven pasar las hojas porque pasa el tiempo y el tiempo lleva números y nombres en las alas, días de la semana que volaron, lo que se hizo y lo que se dejó de hacer.. Pocas veces se ve un mar tan lleno de miércoles en el cielo y de sábados tachados y cruzados entre nubes, las hojas muestran los días e incluso las horas en que se vivió, cómo se vivió, los aniversarios, los nacimientos, las bodas. Se ve en el mar, sobre las hojas de calendario, de qué forma se disfrutó aquella tarde bailando todos en familia, las declaraciones que hubo de amor, sollozos contenidos, despedidas. Luego las hojas de calendario se van, vuelven revoloteando por los patios de las casas en el horizonte y alguna incluso entra de nuevo en su cocina y se vuelve a colocar, como si nada hubiera pasado, sujeta a la pared.

José Julio Perlado

(. Imágenes- 1= / wikipedia/. 2- calendario otomano wikipedia)

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