
El 29 de marzo de 1623 se leía lo siguiente en las ”Noticias de Madrid”:
“Habiendo empezado en el ”Corral de la Cruz” la comedia de la “Primera parte del Emperador Carlos V”, salió Prado, que era el actor, a decir que tenía orden de no hacer aquella comedia de quien podía mandárselo; que lo perdonasen, que él haría otra, la que le pidiesen, o que se les devolvería su dinero. Se amotinó la gente, estaba el ”Corral” lleno pidiendo a voces la de ”Carlos Quinto”, y viendo que no lo quería hacer se quebraron los bancos con las dagas, se hicieron pedazos los tafetanes del vestuario, se tiraron piedras a los representantes; y habiendo dado a uno en la cara quiso la justicia averiguar de dónde se había tirado y levantándose un caballero dijo ” De allí, de aquel lado”. Se levantó otro que no lo era y dijo: ”Mientes, soplón”. El caballero con el ruido y griterío no lo oyó, pero se lo dijeron. A la noche buscó al mozo y lo halló al día siguiente a las once del día en la Puerta del Sol, sacó un palo que llevaba bajo la capa y le dio cuatro palos con los que le hirió en la cabeza. Arrojó el palo y metió mano a la espada y el apaleado no sacó la suya. Hicieron paces. El herido se fue a curar. Y el caballero se fue a casa de un Grande, y de allí a algunos días el apaleado desafió al caballero y salieron al campo. Acudió gentes de una y otra parte y riñendo en breve espacio los hicieron amigos. Al día siguiente se pusieron carteles anunciando que se haría la comedia de la primera parte de ”Carlos Quinto” con puertas abiertas, sin llevar dinero. Concurrió infinita gente que estuvo de pie porque no había bancos. Y al acabar la primera jornada se disculparon los comediantes y los vitorearon los mosqueteros.”
