“Me recuerdo a mí misma — dice Virginia Woolf en 1928 — , que la mitad de la belleza de un paisaje o una casa procede de conocerlo. Uno recuerda antiguas bellezas; sabe que ahora está feo; espera a verlo iluminarse; sabe dónde encontrar su encanto; cómo hacer caso omiso de lo malo. Esto no puede uno hacerlo la primera vez que lo ve.”
(Imagen — Edward Steichen- 1899)