
”Hay que escuchar a todo el mundo — le decía el empresario Duran Farell a Pla y éste lo reflejaba en sus “Notas del crepúsculo”—. En todo caso, es lo que yo he hecho siempre. Si habla con determinada persona a través de su propia experiencia, ya sea grande o pequeña, verá enseguida que lo que le dice es una forma u otra de demencia. Otros le pueden dar un punto de vista, un buen consejo a menudo. En esta tierra hay muchas personas inteligentes, no importa su origen social, si tienen o no tienen título. Es un país prácticamente sin clases, porque en el terreno humano puede suceder cualquier cosa. En un país así todo consiste en saber escuchar y en dar con la gente. Es lo que he hecho siempre: sacar a la gente de la monotonía de la vida y “tirar de ella” al máximo. En la asamblea de las sociedades no he hecho otra cosa. Dar confianza a la gente, sacarla de su ancestral pasividad, de la envidia y del fanatismo, crear una confianza general, progresiva, es decir, hacer, crear un país.”
(Imagen — Johannes Carlson)