
—¡Aprende de memoria! ¿ Ves a Dante? Era tremendo. Tienes que ser como él, lo sabía todo de memoria, lo conocía todo.
Y me contaba la famosa anécdota de la piedra…
Dante está sentado en una piedra delante del Duomo de Florencia. Llega un señor y le dice:
—¿Cúal es el mejor bocado?
Dante contesta:
— ¡El huevo!
El tipo se va.
Un año después, el mismo señor vuelve al mismo lugar donde Dante está sentado en la misma piedra y le pregunta a bocajarro:
— ¿ Con qué?
Dante contesta:
—¡Con sal!
Mi madre me repetía siempre esta anécdota — decía Benigni—para que comprendiera que Dante disponía de una memoria de elefante, y que también yo debería tener la memoria de elefante que tenía Dante. Asimismo, mi padre deseaba que desarrollase la memoria, y para ello, me obligaba a salir al escenario con los troveros para que compitiese con ellos improvisando rimas.”

(Imágenes— 1- Boticelli- Divina Comedia- clivejames com/ 2-dibujos para la Divina Comedia)
Saludos, es cierto, la memoria. La memoria para recordar y no olvidar aquello, que hemos aprendido y trascender y no solo memoria de elefante, al contrario usar para denunciar y no ser cómplices de un mundo a la deriva.Excelente entrada y más sobre el Dante.
Juan,
La memoria es un bien a cuidar. De la memoria salen los hilos de la creación, los recuerdos de la niñez, con la memoria se construyen mundos. Por eso hay que practicarla tenaz y cuidadosamente: es un ejercicio que da muchas satisfacciones.
Muchas gracias por tus palabras
Saludos
Saludos, Julio, gracias por sus palabras.