CONSTRUIR UN MUNDO


“Considero que para contar lo primero que hace falta es construirse un mundo lo más amueblado posible, hasta los últimos detalles. Si construyes un río , dos orillas, si en la orilla izquierda pusiera un pescador, si a ese pescador lo dotase de un carácter irascible y de un certificado de penales poco limpio. — así sigue diciendo Umberto Eco en sus “Apostillas a “El nombre de la Rosa” — entonces podría empezar a escribir, traduciendo en palabras lo que no puede no suceder. ¿ Qué hace un pescador? Pesca ( y ya tenemos toda una secuencia más o menos inevitable de gestos) ¿ Y qué sucede después? Hay peces que pican o no los hay.. Si los hay, el pescador los pesca y luego regresa contento a su casa. Fin de la historia. Si no los hay, puesto que es irascible, quizá se ponga rabioso. Quizá rompa la caña de pescar. No es mucho, pero ya es un bosquejo. Sin embargo, hay un proverbio indio que dice: “ Siéntate a la orilla del río y espera, el cadaver de tu enemigo no tardará en pasar.” ¿Y si la corriente transportase un cadáver, posibilidad contenida en el campo intertextual del Río?

No olvidemos que mi pescador tiene un certicado de penales sucio. ¿Correrá el riesgo de meterse en líos? ¿Qué hará? ¿Huirá, se hará el que no ve el cadáver? ¿Tendrá la conciencia sucia porque, al fin y al cabo, es el cadáver del hombre que odiaba? Irascible como es, ¿ montará en cólera por no haber podido consumar él mismo la anhelada vénganza? Ya lo veis, ha bastado amueblar apenas nuestro mundo para que se perfile una historia. Y también un estilo, porque un pescador que pesca debería imponerse un ritmo narrativo lento, fluvial, acompasado a su espera, que debería ser paciente, pero también a los arrebatos de su impaciente iracundia. La cuestión es construir el mundo, las palabras vendrán casi por sí solas”.

Imágenes— 1– Jakob Gasteiger- 2016/ 2– Feliz Boeck/ 3– Jenna Gang)

LA INTELIGENCIA Y LOS NIÑOS


¿ Qué es la inteligencia? , se le preguntaba en una ocasión al biólogo suizo Jean Piaget. “Es la capacidad de adaptación a situaciones nuevas — respondía—.es, sobre todo, inventar y comprender. El desarrollo de la inteligencia supone cierto interés o curiosidad en el individuo. Cuando el medio social es rico en sugerencias o incitaciones de esta índole, cuando el niño vive en una familia donde abundan las ideas y donde se analizan los problemas, hay un adelanto en su desarrollo. Por el contrario, si el medio social es ajeno a todo ello, hay un retraso inevitable. La inteligencia es como un músculo tanto más perfecto cuanto más se le utiliza. Hace falta de todas formas un mínimo de capacidad. Mucho antes que el lenguaje existe una inteligencia práctica que abarca las conductas instrumentales: por ejemplo, apoderarse de un objeto que está colocado sobre una alfombra a base de tirar de la alfombra, o utilizar un bastón para acercar un objeto que no está a nuestro alcance.

He tenido respecto a niños algunas experiencias que he observado bien. Yo trabajaba en un cuarto bastante grande, mientras uno de mis sobrinos jugaba con una pelota. Era un niño de diez o doce meses que apenas andaba, yo le miraba de vez en cuando. De pie o a gatas, tomaba la pelota y la tiraba, corría tras ella y comenzaba de nuevo. De pronto la pelota cayó bajo un sillón y él se deslizó para encontrarla. Un poco después, la pelota desapareció por el lado opuesto de la habitación y fue a parar debajo de un sofá, cuyos faldones resbalaban hasta el suelo. El niño se agachó y miró, pero no vio nada. Entonces se levantó con rapidez y fue a buscar la pelota en el sillón de antes. ¿No es una maravilla? El objeto no resultaba todavía enteramente localizable para él y lo buscaba allí donde su acción había tenido éxito. Había logrado encontrar la pelota bajo el sillón: había fracasado cuando estaba debajo del sofá, así que fue a buscarla bajo el sillón.”
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(Imágenes— 1- Walter Morí – 1956/ 2- Peter Jones)