BANKSY Y LAS NUEVAS CIUDADES




“ Los graffiti — decía Banksy — no son el pariente pobre del arte. Ciertamente, se hace necesario escapar en la noche y mentir a nuestra madre, pero aparte de eso, es la expresión artística más honesta que haya.
No es elitista. Se pueden contemplar sobre los más bellos muros que una ciudad puede ofrecer, y el precio de entrada no molesta a nadie .” Entrevistado en 2009 confesaba: “No tengo interés ninguno en salir un día del anonimato. No me interesa ir a la moda. Adoro los graffiti. Incluso adoro la palabra misma. El graffiti es una maravilla, pienso yo. En comparación, toda otra forma de arte es una regresión. Las otras formas de arte tienen menos cosas que ofrecer a las gentes, son menos potentes. Yo he hecho pintura tradicional, tengo ideas demasiado complejas o demasiado virulentas para ser expuestas en la calle; pero si yo dejara de dibujar, me sentiría disminuido. Me considero un perfeccionista muy consciente más que un verdadero artista. Mis graffiti preferidos son los realizados por gentes que no aparecen en los libros; aprecio sobre todo a aquellos que salen de cualquier parte, toman un marcador para escribir un gesto único y enseguida desaparecen.”.


(Imágenes—: 1-JR JR Liu Bolín- Nueva York-2012/ 2- Art crimes— Irlanda-galway- graffiti órgano)

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EL LIBRO ÚNICO DE ROBERTO CALASSO

“El libro único — decía el gran editor italiano Roberto Calasso que acaba de morir— es aquel en el que rápidamente se reconoce que al autor “ le ha pasado algo” y ese algo lo ha depositado en un escrito. Los libros únicos son los libros que habían corrido un alto riesgo de no llegar a ser nunca tales.’ En su volumen “La marca del editor” Calasso va recorriendo libros únicos, autores imprescindibles, portadas de libros, en resumen, cómo va creciendo una editorial. “ Un buen editor — dice allí— es aquel que publica aproximadamente una décima parte de los libros que querría y quizá debería publicar.; un buen editor es también aquel en cuyos libros estas sombras amigas son natural e irresistiblemente convocadas. Nos hacen guiños desde lugares lejanos, desde espacios inmensos, en la forma corriente de las páginas para leer.”
“Observemos a un lector en la librería — anota en otra obra suya, “Cien cartas a un desconocido” —: toma un libro en sus manos, lo hojea — y durante algunos instantes, está del todo ausente del mundo. Oye que alguien habla, y que sólo él lo siente. Acumula fragmentos casuales de frases. Cierra el libro, mira la portada. Después, con frecuencia, se detiene en la solapa, de la que espera una ayuda. En ese momento está abriendo — sin saberlo — un sobre: esas pocas líneas externas al texto del libro son, en efecto, una carta, una carta a un desconocido.”

Roberto Calasso. Descanse en paz.

(Imágenes— 1- Carl Spitzweg- 1850- wikipedia/ 2- Harriet Backer— la biblioteca de Thorvald Boeck)