EL SECRETO DE TU CORAZÓN

 


“No guardes sólo para ti el secreto de tu corazón,

amiga mía, dímelo, sólo a mí, en secreto.

Susúrrame tu secreto, tú que tienes una sonrisa tan dulce;

mis oídos no lo oirán, sólo mi corazón.

La noche es profunda, la casa está silenciosa,

los nidos de los pájaros están envueltos por el sueño.

A través de tus lágrimas vacilantes,

a través de tus temerosas sonrisas,

a través de tu dulce vergüenza y tu tristeza,

dime el secreto de tu corazón.”

Rabindranath Tagore

(Imagen —Iman Maleki)

EN TIEMPOS DE DESESPERACIÓN, SEGUID TRABAJANDO

 

 

Copio aquí unas respuestas de Javier Marías a “La Nación “ publicadas hace ocho años.

Le preguntaban sobre cuándo le parecía que la “ voz” que insertaba  en sus novelas era la adecuada.

—“ ¿Cómo puedo yo saber si una voz es «la adecuada»? — contestaba Marías — Es como si me preguntara: ¿cuándo se percata de que ha escrito una buena novela? No me toca a mí decirlo ni saberlo. Uno avanza, cruza los dedos confiando en que le esté saliendo algo aceptable o digno, y nunca tiene la seguridad de haberlo conseguido. Ni siquiera si el libro en cuestión es celebrado y elogiado por muchos. Lo que uno nunca pierde es la inseguridad: antes de empezar, durante la escritura y tras concluir.”

 

Y más adelante, contestando a otra pregunta, respondía:

 

“Hay una frase de Edmund Burke que no recuerdo con exactitud pero que viene a decir algo así como «en tiempos de desesperación, seguid trabajando». Intento recordármela a menudo, y creo que todo el mundo debería aplicársela, se dedique a lo que se dedique.”

(Imagen — Martin Richman)

SOBRE LO POLICIACO

 


“Con el reciente fallecimiento de la escritora sueca de novelas policiacas Maj Sjöwall he recordado algunas obras suyas —- escritas en colaboración con Per Wahlöö —  que dieron sin duda un tono distinto al género  gracias, entre otras cosas, al empleo del humor rodeando a la figura central, el comisario Martin Berck, de la Brigada Nacional de Homicidios de Estocolmo.  Además de “El alegre policía”, tengo en la memoria ante  esta pareja de escritores su novela “La habitación cerrada” y de modo especial la titulada “Un ser abominable”,  libro construido en capítulos ordenados de manera casi cinematográfica, con  gran capacidad de suspense e  intriga, y presentada  en estilo breve, rápido y  muchas veces inquietante.
Martin Berck, y los inspectores Kollberg, Melander y Larsson, constituyen todo un mundo en donde los autores no se limitan al mero relato detectivesco  sino también a una narración crítica de trasfondo social.

 

Innumerables  son las consideraciones  que se han ido haciendo sobre la novela policiaca. “Asistimos —decía por ejemplo Thomas Narcejac al hablar de la lectura de este tipo de novelas — a una serie  de acontecimientos trágicos sin  saber siquiera qué relaciones tienen unos con otros… Se proyecta ante nosotros un film sin subtítulos. Se observan los gestos pero se ignora su sentido. Se comprueba que uno avanza entre sorpresa y sorpresa  y muchas veces sin comprender. La oscuridad reemplaza al misterio.”

De las muchas reflexiones surgidas sobre la novela policiaca — cada una a gusto de cada lector, que puede o no  estar de acuerdo  con ellas —, pueden elegirse algunas que reflejan puntos de vista  muy personales.  Así, por ejemplo,  ciertas  reglas redactadas por  el norteamericano S. S.  Van  Dine y que él formulaba de este modo:  1- la novela policiaca  es una especie de juego intelectual/ 2- El lector y el detective deben tener iguales posibilidades  para resolver el enigma/ 3- No debe haber ninguna intriga amorosa/ 4- El culpable debe ser descubierto por auténticas deducciones / 7–Una novela policiaca sin cadáver no puede existir/ 10- El culpable debe  ser un personaje importante de la novela/ 12- Debe haber un solo culpable al margen del número de asesinatos /17-El autor debe abstenerse de escoger al culpable entre los profesionales del crimen/ 18- Lo que se presenta como un crimen no puede acabar como un accidente o un suicidio.”

 

(Imágenes : 1—Luigi Corteggi/ 2- Roy Lichtenstein-1963/  3- Stanley Borack -1955)