MADRID Y ANTONIO LÓPEZ

 

“ La ciudad de Madrid está hecha a la medida de la gente que ha hecho la ciudad, de acuerdo con el carácter de las gentes, que tenemos bastante llaneza de carácter y somos poco pretenciosos, en general, y tenemos un fondo no sé si de modestia, pero sí de naturalidad.  Madrid no tiene  la belleza de París, la belleza monumental — decía Antonio López —.  Tiene otro tipo de belleza, no es la belleza que puedas demostrar, la tienes que sentir. Está en la verdad. No sólo la belleza de Madrid, quizá la belleza de lo español, también del paisaje español. Esas gentes que dicen : qué feo es esto, y a ti, sin embargo, te conmueve. Castilla, desde un punto de vista de estética del paisaje, puede ser algo muy duro, muy agrio, muy antipático, pero tiene grandeza porque ves el planeta allí. Madrid es un poco esto;  quizá es feo desde otro punto de vista: caótico, inarmónico, patoso. Es decir, tiene nuestras características. Y entre ellas, para mí, su credibilidad. Me parece que no disfraza nada. Si las cosas han de ser feas, lo son. Pero lo feo pertenece al ser humano. Además son términos muy relativos. A mí no me gusta que la belleza surja para asombrar.

 

Una persona y una calle son hechos evidentes, un estado de ánimo es menos evidente. En este sentido son menos frágiles que un estado de ánimo. Una calle son formas reales. La fragilidad está en lo cambiante que eres tú al contemplarlas, es decir, que lo que te puede gustar a una hora te deja indiferente a otra. Yo puedo comenzar un cuadro a partir de un flechazo, de un enamoramiento muy fuerte y a los pocos días aquello se va, ha desaparecido. Esa seducción se marcha y te ves abocado a trabajar en lo poco que permanece en ti. Todo depende de la luz.

Goya pintó algo de la ciudad. Velázquez tiene tanto talento que si quieres verlo lo ves. Si uno quiere en los personajes de Velázquez ver el futuro de Madrid, puede verlo. Yo lo ampliaría a España. Velázquez pinta seres humanos que viven en esta tierra;  a través de ellos, de manera indirecta, te habla de este lugar y de este momento. En el presente está todo. En esa persona está su infancia, sus padres, sus abuelos; no se puede hablar de un pintor de Madrid, te habla del ser humano a partir de una efigie, una persona concreta, pero él penetró tanto que llega hacia atrás, hasta donde tú quieras. El arte tiene que hablar de esas cosas (…) Yo creo mucho en esa zona oscura en la que se salva  o condena el trabajo de un artista. Esa zona de sombra, incontrolada. Por eso el tiempo es tan importante, el tiempo es el que desenmascara todo. El gran arte es el que tiene algo que decir a las generaciones siguientes. El Velázquez que nosotros vemos no es el que veían sus contemporáneos, ni el que será visto, siendo el mismo pintor.”

 

 

(Imágenes—1- Antonio Lopez/ 2- Gran Vía – Antonio López – Wikipedia/ 3- calle del Clavel – Antonio López- 1977)