“¡Si yo pudiera encontrar un rinconcito tranquilo en el mismo corazón del mundo de mi niño! Sé que en él tiene estrellas que le hablan, y un cielo que baja hasta su cara para divertirlo con sus nubes tontas y sus bobos arcoiris. En él todos esos que parecen que nunca dicen nada y que nunca se mueven, se deslizan hasta su ventana y le cuentan cuentos y le ofrecen bateas cargadas de juguetes de ricos colores.
¡Si yo pudiera andar ese camino que que cruza el pensamiento de mi niño, salirme de todas sus lindes, ir hasta donde los mensajeros desconocidos traen y llevan mensajes sin razón por reinos de reyes sin historia; hasta donde la razón hace barriletes con sus leyes y los echa al aire; donde quita a las acciones sus cadenas la verdad!”.
Rabindranath Tagore: “El mundo del niño“.-(“La luna nueva“)
(en la víspera de los Reyes Magos)
(Imágenes: 1.– Ilse Bing.-1945 / 2.-Eliot Elisofon.-1954-new.eyeonlifemag)
Si nos dejamos contagiar por la magia de esta noche, quizá podamos visitar por un instante, el corazón del niño que fuimos. La ilusión de los preparativos de esta noche, tiene esa posibilidad…
¡Felices Reyes!
¡Felices Reyes, Ana!
Hay que volverse siempre un poco niños de vez en cuando porque nos acerca a la realidad.
Saludos cordiales
Estoy convencida de que para ser mas nosotros, para descubrir nuestra esencia, necesitamos recuperar la mirada de el niño que fuimos. Para no perder la capacidad de asombro y admirar la realidad en su justa medida,debemos mirar como un niño.
¡¡¡Muchas gracias por sus reflexiones!!
¡Qué importante, Luz, eso que tu dices: no perder la capacidad de asombro! El que es capaz de descubrir y contemplar la belleza no envejece nunca.
Mi agradecimiento por tus palabras y mis saludos cordiales.