
“La vida es un don — siempre lo he pensado así— y hay que aprovecharlo hasta el final, aprovecharlo en cada momento, hay que rendir y entregar las disposiciones que uno tiene, hacer rendir aquello para lo que uno cree que ha recibido unas aptitudes y cree que vale para ellas. Por otro lado, la vida nunca es trágica; sí, en cambio, dramática, en el sentido de que encadena una serie de tensiones y conflictos (si no, no sería vida), pero teniendo en cuenta que ante cualquier conflicto, sea el que sea, siempre hay salida, siempre hay esperanza. Incluso ante el conflicto final que cierra toda una vida siempre detrás está la esperanza. Esto no responde simplemente a una visión optimista de la vida, sino a una creencia firme en la esperanza. Siempre hay salida. Un excelente dramaturgo francés, Jean Anouilh, se acercó a esto muy bien en el prólogo a una pieza suya, ” Antígona”. Allí, al presentar a su heroína trágica, decía: «Piensa que va a morir, que es joven y que también a ella le hubiera gustado vivir. Pero no hay nada que hacer. Se llama Antígona y tendrá que desempeñar su papel hasta el fin…». En ese «no hay nada que hacer» reside la tragedia. Antígona no tiene escapatoria. Pero la vida, como digo, no es trágica, cada día esconde y muestra pequeños o grandes conflictos que hemos de resolver lo mejor o peor que sepamos y que a veces nos pueden llenar incluso de angustia, pero para ellos siempre hay salida, siempre hay esperanza. En eso reside el drama. A la vez, al preguntarme qué me parece la vida, me viene a la memoria una frase de Bécquer en sus Rimas que quizá pueda ayudarme para dar una respuesta. Es una frase que siempre recuerdo. Bécquer escribe: «Al brillar un relámpago nacemos, y aún dura su fulgor cuando morimos: ¡tan corto es el vivir!». Esta frase es una completa realidad. Muchas veces la tengo presente. Una gran realidad. Pero en medio de ese intenso y rápido relámpago que es toda existencia, al menos para mí, hay una serie de relámpagos menores, también intensos, que iluminan de repente toda una escena y que nos dan el sentido de las cosas.”
José Julio Perlado
(páginas 217- 219 de ”Los cuadernos Miquelrius” ) ( editorial Funambulista)

(Imagen- Chihanu Shiota- 2016)
Que vida tan interesante y tan rica en experiencias, no hay muchas personas que hayan conocido tantos personajes y situaciones como las descritas en estas memorias. Es un placer disfrutar de su lectura.
Avelina,
Muchas gracias por tus palabras.
Sí, he tenido la suerte de encontrarme con grandes creadores. Unas veces los he buscado yo para aprender y otras se han cruzado en mi vida.
Todos me han enseñado.
Saludos cordiales y muchas gracias por leerme.