”La escuela debe siempre proponerse que el muchacho, al abandonarla, tenga ya una personalidad armoniosa — aconsejaba Einstein — , y no sea un especialista. Esto es, a mi parecer, igualmente verdadero para las escuelas técnicas donde los estudiantes deben consagrarse a una profesión claramente definida. El desarrollo de la capacidad de pensar y de juzgar de una forma independiente debe siempre figurar en primer plano, y no en cambio la adquisición de conocimientos especiales.”