COLORES

“Un día, me encontré en la plataforma de un autobús violeta— escribe el francés Raymond Queneau —. Había allí un joven bastante ridículo, cuello índigo, cordón en el sombrero. De repente, protesta contra un señor azul. Le reprocha, especialmente, con voz verde, que lo empuje cada vez que baja gente. Dicho eso, se precipita hacia un sitio amarillo para sentarse.

Dos horas más tarde, me lo encuentro delante de una estación anaranjada. Está con un amigo que le aconseja que se haga añadir un botón en su abrigo rojo.”

(Imágenes: 1– Rothko/ 2- Rothko- museo nacional de Bellas Artes)