NAVIDAD 2020 (2) : ADORNAR UN ÁRBOL

 

“Un baúl que hay en la buhardilla contiene:  una caja de zapatos llena de colas de armiño, varios rollos de gastadas cenefas de oropel que el tiempo ha acabado dorando, una estrella de plata, una breve tira de bombillas en forma de vela, fundidas y seguramente peligrosas. Adornos magníficos , hasta cierto punto, pero  no son suficientes: mi amiga quiere que el árbol arda, que se le doblen las ramas bajo el peso de una copiosa nevada de adornos. Pero no podemos permitirnos el lujo de comprar los esplendores made- in-Japan que venden en la tienda de baratijas. De modo que hacemos lo mismo que hemos hecho siempre: pasarnos días y días sentados a la mesa de la cocina, armados de tijeras, lápices y montones de papeles de colores. Yo trazo los perfiles y mi amiga  los recorta: gatos y más gatos, y también peces ( porque es fácil dibujarlos), unas cuantas manzanas, otras tantas sandías, algunos ángeles alados hechos de las hojas de papel de estaño que guardamos cuando comemos chocolate. Utilizamos imperdibles para sujetar todas esas creaciones al árbol; a modo de top finalmente espolvoreamos por las ramas bolitas de algodón ( recogido para este fin el pasado agosto).  Mi amiga, estudiando el efecto, entrelaza las manos.

—Dime la verdad, Buddy. ¿ No está para comérselo?

Queenie intenta comerse un ángel.

Después de trenzar y adornar con cintas las coronas de acebo que ponemos en cada una de las ventanas de la fachada, nuestro siguiente proyecto consiste en inventar regalos para la familia. Pañuelos teñidos a mano para las señoras y, para los hombres, jarabe casero de limón y regaliz y aspirina, que debe ser tomado” en cuanto aparezcan Síntomas  de Resfriado y Después de Salir de Casa”. Pero cundo llega la hora de preparar el regalo que nos haremos el uno al otro, mi amiga y yo nos separamos para trabajar en secreto. A mí me gustaría comprarle  una navaja con incrustaciones de perlas en el mango, una radio, medio kilo entero de de cerezas recubiertas de chocolate. En lugar de eso, le estoy haciendo una cometa. A ella le gustaría comprarme una bicicleta. En lugar de eso, estoy casi seguro de que me está haciendo una cometa: igual que el año pasado y que el anterior. El anterior a ése nos regalamos sendas hondas. Todo lo cual está bien: porque somos los reyes a la hora de hacer volar las cometas, y sabemos estudiar el viento como los marineros; mi amiga, que sabe más que yo, hasta es capaz de hacer una cometa cuando no hay ni la brisa suficiente para traer nubes.”

Truman Capote—“Un recuerdo navideño”- ( traducción Enrique Murillo)

 

(Imágenes— 1- change everything/ 2- Dalí )

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