“El guarda inglés es inflexible, majestuoso, formidable (…) , parece uno de esos figurines alegóricos y decorativos que, en el pórtico de un palacio, nos imponen antes de entrar, una actitud de respeto y recogimiento —escribía Julio Camba en su libro “Londres” —. Alguna vez he tenido precisión después preguntarle a un guardia por una calle; me he acercado a él y he mirado hacia arriba. El guardia tenía la cabeza levantada y no me veía. Le he llamado y he formulado mi pregunta. Entonces el guardia, sin mover la cabeza para mirarme, me ha contestado minuciosamente, y cuando yo me he ido, se ha quedado en la misma actitud, inmóvil e impasible. Y es que, cuando uno le pregunta a un guardia inglés, el guardia inglés no le contesta a uno: le contesta a la sociedad.”
Ahora se reeditan una colección de crónicas y artículos de Camba bajo el título “Ni Fuh ni Fah” y en ellos podemos volver a visitar el humor y la observación de uno de los mejores periodistas españoles. El que escribía por ejemplo: “ yo sintetizaría así la historia de Rusia: primero, clases; luego, lucha de clases y al final, todo cuarta clase.” O bien: “ hay quien cree que la distinción de los ingleses es una cosa de raza o temperamento, pero lo que pasa es, sencillamente, que son los inventores del ocio.”
(Imágenes —1- elídeal es/2- Londres- estate colección)