“¿Con un día de verano deberé compararte?
Tienes tú más belleza y eres más apacible:
sacuden rudos vientos los capullos de Mayo,
lo que trae el verano apenas dura nada.
A veces con excesivo brillo arde el ojo del cielo
y a veces pierde vigor su complexión dorada
y toda belleza algún día perderá la belleza
por causa del azar o del curso del tiempo.
Pero tu eterno verano siempre será inmortal
y no dejará de ser tuya tu inaugural belleza,
ni podrá la Muerte arrastrarte a su sombra
cuando en eternos versos seas parte del tiempo.
Mientras haya quien respire y haya ojos que vean,
todo esto vivirá y a ti te dará vida.”
William Shakespeare—Soneto XVlll)- (traducción de Ángel Rupérez)
(Imágenes—1- Max Ernst – Sol amarillo- 1964 – galeria lufoff/ 2- Thomas Moran-1875-Museo de arte de Carolina del Norte)