“El teatro es a la vez objeto y vehículo de un doble vínculo: vinculo con ese misterioso personaje integrado por el autor y el actor, y con ese otro, completamente distinto de ellos, que forman el autor, el actor, el espectador y aun alguien más; vínculo también con aquellos a quienes el azar ha reunido en la misma sala, con aquellos que sienten la misma angustia, la misma alegría, e, incluso, con aquellos que no tienen conciencia de que son hermanos a quienes unirá el mismo destino.
(…) El teatro – sigue diciendo Pierre- Aimé Touchard – sólo puede ser un inspirador de silencio, y muy bien puede no aspirar sino a provocar esa silenciosa meditación. “Haz que yo sea – escribe Claudel – como el sembrador de soledad y que aquel que escuche mi palabra vuelva inquieto y grave a su casa.”
Anhelo éste en el que el dramaturgo coincide con cualquier otro artista, ya que el efecto de toda obra artística ha de ser el de sumergir al hombre en su meditación; consecuencia elemental y necesaria, y piedra de toque para la obra de arte que muchos escritores teatrales se sienten inclinados a olvidar, extraviados por las mil solicitaciones de su arte, rico y complejo.”
(En el Día Mundial del Teatro)
(Imágenes-1- Raoul Dufy/ 2-Drago Pérsic – engholm Galerie/ 3- Audiencia en el teatro – National geographic)