BERLIOZ EN PEKÍN

 

 

Al cumplirse en este mes de marzo los 150 años de la muerte de Berlioz acompaño a Alex Ross en su libro “Escucha esto’ que me lleva a compartir con él un concierto de Berlioz en Pekín. “Fue alentador –cuenta Ross– ver a tantos jóvenes en la sala, muchos más de los que se ven en la mayoría de las salas de concierto o los teatros de óperas estadounidenses. En un concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional China, bajo la dirección de Michel Plasson, estuve  observando cómo un grupo de adolescentes, pertrechados con  BlackBerrys adornadas con joyas y vestidos con vaqueros A.P.C., además de otros símbolos de los nuevos ricos, se emocionaban con la versión ruidosamente enérgica que ofreció la orquesta de la Sinfonía  Fantástica de Berlioz, dejando de lado sus envíos de mensajes de texto para aplaudir después de cada uno de los movimientos. En general, los oyentes se comportaron de un modo más informal de lo que yo estaba acostumbrado: algunas personas mayores, siguiendo la etiqueta más relajada de la Ópera de Pekín hablaban entre ellas, señalaban al escenario o leían el periódico. El barullo impedía a veces concentrarse – los acomodadores fracasaban en buena medida en su intento de impedir que se hicieran fotos o vídeos – , pero todo ello resultaba refrescante en comparación con la afectada solemnidad que invade las salas de concierto occidentales. La música no se daba por sentada; Berlioz aún tenía la capacidad de conmocionar.”

 

 

Muy posiblemente Berlioz se habría emocionado con ese espectáculo. Su vida había estado atravesada por muchos vaivenes. En sus “Memorias” cuenta cómo en 1834, pulía su “Benvenuto Cellini” : “Yo había tardado demasiado tiempo en escribir la música de “Benvenuto” y, sin la ayuda de un amigo, no hubiese podido terminarla en el plazo fijado. Hay que estar libre de  todo otro trabajo para escribir una ópera, es decir, hay que tener asegurada la existencia durante más o menos tiempo. Por entonces yo estaba muy lejos de verme en ese caso. Vivía al día de los artículos que publicaba en diferentes periódicos, cuya redacción me ocupaba casi exclusivamente.

 

 

En el primer acceso de fiebre que la idea produjo en mí, traté de consagrar dos meses a mi partitura, pero la implacable necesidad material vino pronto a arrancarme de la mano la pluma del compositor para poner a la fuerza en ella la del crítico. Fue un tormento indescriptible que acepté sin vacilar, pues tenía una mujer y un hijo a los que no podía dejar que careciesen de lo necesario.”

Vicisitudes que cruzan la vida cotidiana de los artistas. De ellas se aprende y sin ese aprendizaje de los vaivenes no llegarían quizá las certezas creadoras, y también los triunfos y los aplausos.

 

(Imágenes -1- Berlioz – BBC/ 2-Sinfonía Fantástica – YouTube/ 3-Sinfonía Fantástica- Palau de la müsica/ 4- Sinfonía Fantástica – YouTube)