“En efecto, lo que yo alcanzo, señor bachiller – leía con atención aquella muchacha sentada en la silla, con la puerta abierta de su librería por si alguien pasaba -, es que para componer historias y libros, de cualquier suerte que sean, es menester un gran juicio y un maduro entendimiento. Decir gracias y escribir donaires es de grandes ingenios: la más discreta figura de la comedia es la del bobo, porque no lo ha de ser el que quiere dar a entender que es simple. La historia es como cosa sagrada, porque ha de ser verdadera, y donde está la verdad, está Dios, en cuanto a verdad; pero, no obstante esto, hay algunos que así componen y arrojan libros de sí como si fuesen buñuelos”.
Miguel de Cervantes: “Don Quijote de la Mancha”, Segunda Parte, capítulo tercero)
(Imagen: “In the Library” (1934).-por Frederick Carl Frieseke.-artnet)