
“Intentó probar que el cielo es más bajo que la tierra, que las montañas están debajo de las playas; que uno puede salir hoy hacia Yueh y llegar ayer… Su defensa de estas ideas lo comvirtió en blanco de la curiosidad general; sus palabras causaban gran agitación. Día tras día su sagacidad desafiaba el rápido ingenio de sus oponentes… Pobre en fuerza interior, vertido sobre la superficie de las cosas, ¡ su método en verdad era estrecho! Ignoró su verdadera naturaleza espiritual y sus poderes; malgastó y fatigó su talento en una cosa y luego en otra y otra, todas ellas extrañas a sí mismo, para al final sólo ser conocido como un hábil polemista. Dilapidó sus dones naturales, que eran muy grandes, en muchas empresas quiméricas y no obtuvo nada a cambio. Corrió de aquí para allá, sin jamas poner término a su búsqueda. Fue como aquel que quiso detener el eco con un grito; o como el cuerpo que quiere adelantarse a su sombra.”
Chuang- Tse
(Imagen — foto Kurasovas Olegas- “The national geographic”