
“Y esta mujer se ha despertado en la noche,
y estaba sola,
y ha mirado a su alrededor,
y estaba sola,
y ha comenzado a correr por los pasillos del tren,
de un vagón a otro,
y estaba sola,
y ha buscado al revisor, a los mozos del tren,
a algún empleado,
y ha gritado en la oscuridad,
y estaba sola,
y ha oreguntado
quén conducía,
quién movía aquel horrible tren.
Y no le ha contestado nadie,
porque estaba sola.
Y ha seguido días y días,
loca, frenética,
en el enorme tren vacío,
donde no va nadie,
que no conduce nadie.”
Dámaso Alonso – ‘ Hijos de la ira”
( imagen – René groebli -magis raíles – 1949)