ANTE UN PARÍS VACÍO

 

Bernard  Buffet y su ciudad sin  habitantes. Como así la estamos viendo y viviendo . Día a día.

“Bernard Buffet — comentaba el académico Gérard Bauer hablando del pintor —, ha suprimido los aspectos directos de la vida y  ha hecho desaparecer, en sus cuadros, a los habitantes de la ciudad, para ceder el lugar y la expresión a la piedra, a los monumentos, a las casas, únicos testigos del pasado y del presente. Bernard Buffet no acepta ni siquiera un pájaro, cuervo, mirlo o gorrión. Sólo lo inanimado, pero un inanimado aparente, pues un alma vela sobre esas extensiones de piedra, tejados o chimeneas.

La realeza, por ejemplo,  de la plaza de los Vosgos se afirma en una disposición magistral que sólo un maestro del dibujo podría transcribir con esta infalibilidad. Esas altas ventanas con marcos de ladrillo y de revoque blanco son las que han presenciado el desfile de la Historia.”

Ahora las atraviesa el virus.

 

 

“La isla de Sant-Louis, en el recodo del Quai d’Anjou, perfila sus casas antiguas, rostros impasibles y confidentes, en el pasado, de la nobleza aventurera y de la poesía.”

Ahora las visita el virus.

 

 

“Este París en estado puro — sigue diciendo Bauer de Buffet—, sin estorbos, sin adornos humanos, incluso sin la gracia de una primavera ni la caída de hojas de un otoño, es la ciudad tal como los hombres la han hecho. Este París lineal, sin embargo, tiene un alma. El pasado reside en ese inmenso silencio.”

 

 

 

(Imágenes —París – por Bernard Buffet)