“—Sábete, Sancho, que no es un hombre más que otro, si no hace más que otro. Todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas, porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca. “
(Cervantes—“Don Quijote de la Mancha” —Primera parte- capítulo XVlll)
(Unamuno, en su “Vida de Don Quijote y Sancho”, comentando estos párrafos, escribe: ”…, pues si la noche se sucede al día, vuelve nueva noche tras este nuevo día, y así entre luz y tinieblas vamos viviendo y marchando a un término que no es ni tinieblas ni luz sino algo en que ambas se aúnan y confunden, algo en que se funden corazón y cabeza y en que se hacen uno Don Quijote y Sancho”)
(Imágenes-1– Masami Tada—artnet / 2- Constable—1822–museo Victoria Alberto)