«¡ Oh, Soledad ! Si he de morar contigo,
que no sea entre este hacinamiento de oscuros edificios;
sube conmigo la escarpada senda,
y llegando a esa atalaya de la naturaleza,
veremos, en la distancia, como un pequeño espacio
donde el valle acrece su verdor y el cristal de su río;
que tenga tus vigilias bajo el fino ramaje,
allí donde el ciervo con su salto tan leve
asusta de la dulce campánula a la abeja.
Pero, aun gustando de compartir contigo esas escenas,
la plática con un ser puro cuyas palabras
espejan una mente exquisita, es mi mayor deleite,
porque, sin duda, la dicha de la tierra reside
en dos almas afines que vayan hacia ti».
John Keats: Soneto.- «Poesías«.-(traducción de Clemencia Miró).- Colección Adonais.-1950
(Imágenes:- 1 – Abbie Cornish en la película Bright Star sobre la vida de Keats, dirigida por Jane Campion.-outnow.ch/ 2.-escena de la misma película.-outnow.ch)

Cuánta belleza!
¡Precioso texto y encantadoras imágenes!
José Julio:
Soledad, naturaleza, amistad…
Sí, «a thing of beauty is a joy for ever», como escribió el propio John Keats en su Endimión.
La lectura de su correspondencia es también gozosa:
«Soy de la idea de que un hombre podría pasar una vida muy placentera de este modo: déjale que cualquier día lea una cierta página de plena Poesía o Prosa destilada y déjale que se pasee con ella, y se embeba en ella, y se refleje desde ella, y se haga con ella, y profetice sobre ella, y sueñe con ella, hasta que pierda sabor. Pero, ¿cuándo lo perderá? Nunca. Cuando el hombre ha llegado a una cierta madurez intelectual cualquier pasaje importante y espiritual le sirve como un punto de partida hacia los «treinta y dos Palacios». ¡Qué feliz es este «viaje de concepción», qué deliciosa indolencia diligente! Un ligero sueño sobre un sofa no lo obstaculiza, y una siesta sobre la alfalfa engendra indicaciones etéreas, el balbuceo de un niño le da alas, y la coversación de la mediana edad lo impulsa, la fuerza de la música lo lleva a «un ángulo extraño de la Isla» y cuando las hojas susurran pone una «guirnalda alrrededor de la tierra».
De una carta a J.H. Reynolds, fechada el 19 de Febrero de 1818, que supongo fue escrita en Hampstead, en esa casita encantadora donde vivió por aquellos años, un lugar que una vez pisado cuesta abandonar, inolvidable…