EL TERCER HOMBRE

 

 

El tercer hombre” tuvo que arrancar como relato y no como libro cinematográfico, antes de ponerme a trabajar en lo que pareció una interminable serie de transformaciones de un guión a otro – recordaba Graham Greene -. Carol Reed y yo trabajamos en estrecha colaboración sobre la continuidad y la línea argumental cuando volví a Viena con él para escribir el guion. Recorrimos kilómetros de alfombra y representamos escenas el uno para el otro. Nadie participó de aquellas reuniones , ni siquiera el propio Korda : tan válidos son los ataques mutuos  y el ímpetu de la discusión entre dos. Para el novelista, desde luego, su novela es lo mejor que él puede hacer con un determinado tema; no puede sino exasperarse ante muchos de los cambios necesarios para convertir su texto en una obra cinematográfica. A decir verdad, la película es mejor que el relato, porque en este caso es la versión final del relato.

 

 

Algunos de estos cambios responden a motivos obvios, superficiales. La elección de  una estrella norteamericana en lugar de una inglesa suponía una serie de modificaciones : la más importante era que también Harry debía ser norteamericano. Joseph Cotten hizo una objección muy razonable al nombre que yo había dado al personaje de la historia : Rollo. Una de las pocas grandes discusiones que tuvimos Carol Reed y yo giró en torno al final, y él demostró de una manera muy brillante que tenía razón. Yo sostenía que un pasatiempo de esa índole  era demasiado endeble para soportar  el peso de un final triste. Por su parte, Reed pensaba que mi final – impreciso, sin palabras, con Holly y la muchacha alejándose juntos en silencio del cementerio donde entierran a Harry – impresionaría al público que acababa de ver la muerte y el entierro de Harry como una muestra de desagradable cinismo.

 

 

(…)  Cuando Carol Reed  fue conmigo a Viena para ver las escenas que yo había descrito en el guión, quedé perplejo al comprobar que, entre el invierno y la primavera, Viena había cambiado por completo. Los restaurantes del mercado negro, donde sólo con mucha suerte podían encontrarse en febrero unos cuantos huesos que se hacían pasar por cola de buey, ahora servían frugales comidas legales. Habían retirado las ruinas fronteras al “Café Mozart”, que yo había bautizado “Vieja Viena”. Una y otra vez me oía  a mí mismo decir a Carol Reed: “Te aseguro que Viena era de veras así… hace tres meses.”

 


 

(Imágenes -1- Graham Greene/  2, 3 y 4 , escenas de la película “El tercer hombre”)

BERGMAN, EL ZAPATO DE NUESTRA INFANCIA

 

 

“Los orígenes de “Fresas salvajes” nacen de cuando en mi juventud  pasaba temporadas en casa de mi abuela, en un pueblecito de Dalecarlia – decía Bergman -. Una mañana temprano me fui a Dalecarlia. Salí de Estocolmo hacia las cuatro o las cinco. Alrededor de una hora después estaba en Upsala. Al llegar a Upsala se me ocurrió de pronto pasar por el número 14 de la calle  Slottsgatan. Era otoño, el sol comenzaba a surgir detrás de la catedral, y las campanas tocaban las cinco. Entré en el patio que estaba cubierto de piedras redondas, subí las escaleras y en el momento en que empuñé el pomo de la puerta de servicio, que conservaba aún su cristal esmerilado de colores, me dije de repente: “Imagina que ahora abres la puerta y lo primero que ves es a la vieja Lalla, la cocinera, con su gran delantal. Está preparando el porridge, como tantas veces hizo cuando eras pequeño”. De pronto, podía abrir la puerta de mi infancia.

Creo que es Maria Wine quien dice que dormimos en el zapato de nuestra infancia. Es verdad. Y, de pronto, se me ocurrió hacer un film con eso. En un estilo muy realista, se abre una puerta, se penetra en la infancia, y luego se abre otra puerta, y de nuevo la realidad, luego tomas la primera calle a la derecha, y un nuevo fragmento de vida. Y todo descrito de una manera muy realista. Ese es el punto de partida de “Fresas salvajes”.

(en el centenario de Ingmar Bergman)

 

 

(Imágenes-1- Imagen de una película de Bergman/ 2- “Fresas salvajes”)

VIEJO MADRID (80) : EL CINE CALLAO

 

 

“Por la tarde, vamos al cine del Callaoescribe Arturo Barea – . Este cine es una barraca muy grande de madera y de lona. En la puerta tiene un órgano con muchos tambores, flautas y cornetas, y unas figuras vestidas de pajes, que dan vuelta sobre un pie, hacen una reverencia con la cabeza y tocan un instrumento con las manos. Una tiene un tambor, otra una lira de timbres y otra una pandereta. Encima de todas hay otra con una batuta que dirige la música.

 

 

Dentro el cine está lleno de bancos de madera y en el fondo está el telón y el explicador. El explicador es un hombre muy gracioso que va explicando la película y que hace chistes con las cosas que aparecen en la pantalla. La gente le aplaude mucho, sobre todo con las películas de Toribio. Toribio le llama la gente, pero es un  francés que se llama André Deed y que siempre hace cosas de risa. También hay películas de Pathé de animales y de flores, donde se ve cómo viven los bichos y cómo crecen las flores. Una vez he visto un huevo de gallina, con su clara y su yema muy  grandes que llenaban el telón. Se empezaba a mover despacio y a cambiar de forma. Primero salía como un ojo y luego se iba formando el pollito, hasta que ya estaba formado y picaba el huevo, lo rompía y salía con un cacho de cáscara pegado atrás. También se ve a los reyes en las carreras de caballos  y otras películas de los reyes que hay en el extranjero y de otras personas.

 

 

El dueño del cine, que ya nos conoce, es un hombre muy bueno que ha estado muchos años en Francia. Se llama Gimeno y a los chicos les cobra los jueves por la tarde que no hay colegio, cinco céntimos por entrar. Cuando ve que algún chico da vueltas alrededor del órgano sin entrar, le pregunta:

—¿Por qué no entras?

—No tengo cuartos – dice el chico.

Lo mira y si no es un golfillo le dice:

—Anda, pasa.

Otros chicos que no tienen cuartos se los piden a la gente que pasa por ahí, y muchos por una perra chica les compran el billete de entrada. Así que los jueves se llena el cine de chicos; los pasillos también, donde se ponen de pie los que ya no caben en los bancos. Las personas mayores no quieren ir los jueves por el escándalo que se arma, porque todos los chicos chillan y alborotan. Pero el señor Gimeno es el día que más disfruta. Lo mismo le pasa al explicador, los jueves es el día que hace más chistes y cuenta más historias disparatadas.”

 


 

(Imágenes -1- madrid ayer, hoy y mañana/ 2- cine Callao- flores en el ático/ 3- plaza de Callao – wikipedia/ 4- Gran Via – aga- el mundo)

BERGMAN, LA SOLEDAD, LOS SUEÑOS

 

 

“ Yo siempre he vivido – decía Ingmar Bergman – en el medio teatral, y el teatro siempre es una comunidad. Cuando se monta una obra, uno se siente,de la manera más extrema, parte integrante de esa comunidad. En el teatro, los actores jamás están sometidos al capricho de los directores. Por el contrario, en el teatro pueden oponerse, rechazar, rebelarse de una manera muy eficaz. Yo he sentido, sin embargo, la soledad de otras formas, pero nunca en el campo profesional. Conozco un gran director de orquesta que cierta vez hablaba precisamente de la soledad que sentía ante la orquesta.  Eso nunca me ha ocurrido, ni en el teatro ni en el plató, con los actores y los técnicos. Yo nunca he sentido nunca esa forma de soledad. En la vida privada, sí, y precisamente por ello siempre he vuelto al grupo, a la comunidad, aunque sea ilusoria.”

 

 

La publicación ahora del primer volumen de sus “Cuadernos de trabajo” (1957- 1972) nos presenta una vez más los altibajos interiores de Bergman, sus exaltaciones y depresiones. Soledad y sueños entre muchas otras cosas. Ya en una de sus primeras películas, “Buque para la India”, un personaje, Sally, decía: “ No puede uno quedarse solo, si no, da igual estar muerto”. Y el mismo Bergman confesaba: “Lo importante es no estar solo”.

 

 

En cuanto a los sueños, reconocía que “ningún arte, pintura y poesía incluida, pueden comunicar tan bien como el cine la naturaleza específica del sueño. Cuando la sala se queda a oscuras, y aparece ese cuadrado blanco y brillante, nuestra mirada se fija, está inmóvil, no oscila a derecha ni a izquierda, estamos sentados en un sillón y las imágenes se suceden ante nosotros, nuestra voluntad flaquea poco a poco, deja de funcionar progresivamente, cada vez somos más incapaces de seleccionar y situar los acontecimientos, nos vemos arrastrados a una ficción y todos participamos en un sueño. Y fabricar sueños, es una cosa bastante interesante. Yo sueño muchísimo. A veces recuerdo sueños y los anoto, cuando creo que son utilizables. Otras veces, cuando sueño, me digo:”!Oh, tienes que acordarte de este sueño para hacer un film.” Es una deformación profesional.”

(Imágenes -1- Fresas salvajes, de Bergman / 2- Jerry N Uelsman/ 3-Atkinson Grimshaw)

LA PÁGINA EN BLANCO

 

“La página en blanco del escritor, o también su pantalla blanca, es un lugar común en la práctica literaria. E incluso puede quedar muy artística y más aún al día siguiente de un gran éxito. Recuerda a la depresión postparto, análoga a aquella de la madre al día siguiente del alumbramiento. Esto sirve para todos los creadores. Woody Allen, que había caído en depresión la única vez que le vi – recordaba Pierre Assouline -, había encontrado una solución que él había transformado en sistema : mientras montaba su nueva película, trabajaba ya escribiendo la siguiente. Así no existía ningún espacio en blanco en su vida cotidiana: ninguna respiración que pudiera favorecer el tener problemas. Los escritores deberían aprender de esto. Les haría economizar medicinas. Éste es por otra parte mi caso desde que tuve la ocasión de tener aquel encuentro en donde el cineasta me confesó su truco. Hay gentes para quienes las partes muertas son precisamente la muerte”.

(Imagen – bibliotheque tumblr 1)

ITALO CALVINO: LA MAGIA DEL CINE

 

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En su infancia, el cine le brindaba dos horas en las que no vivía, un tiempo suspendido, secuestrado del entorno para Italo Calvino. El cine tenía para él – y con estas palabras lo quiso recordar Juan Villoro – esa cualidad mágica de lo que está definitivamente aparte, el oscuro recinto donde las proezas viajan por el aire. Además, los cines de la época ofrecían funciones corridas y el espectador podía empezar la historia en cualquier parte: » ver el inicio de la película cuando ya se conocía el desenlace – recordaba Calvino – brindaba satisfacciones adicionales : descubrir, no la solución de los misterios y de los dramas, sino su génesis». Además, el  puzzle de imágenes de los cines  de barrio ( donde los rollos llegaban a destiempo porque eran llevados en bicicleta desde otro cine) le daría al escritor italiano motivos literarios, aplicados, por ejemplo, en su obra «El castillo de los destinos cruzados».

Siempre la magia del cine. En 1974, Fellini anota Villoro – le pidió un prólogo para sus guiones. «La autobiografía de un espectador» es uno de los textos más personales de Calvino. Habla allí de su caprichosa fascinación por el cine. Ante los libros siempre sintió el autor de «Las ciudades invisibles» un compromiso técnico, la necesidad de descifrar sus mecanismos ; en cambio, el cine le brindó la oportunidad de ser caprichoso y agregó claves a su escritura. «¿Qué había sido entonces el cine, en ese contexto para mí?, se pregunta Calvino. Yo diría : la distancia. Respondía a una necesidad de distancia, de dilatación de los límites de lo real».

Así, la distancia en la mirada tendía a imaginar cuantas posibilidades guardaba la fantasía.

 

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(Imágenes.- 1. Marcello Mastroiani- Chiara Samugheo/ 2.- Godard- Richard Dumas)

ABBAS KIAROSTAMI

 

Abbas- biin- Abbas Kiarostami- thefilmstage com

 

«Los contrabandistas de poesía

barcos sin vela

traficaban con poemas

 

Abbas- bti- Abbas Kiarostami- losingravidos com

 

Los marineros de los barquitos

tiraban al mar

los versos que sobraban

 

Abbas- bye- Abbas Kiarostami- theguardian com

 

Las farmacias

en vez de devolver dinero

daban en poesía la vuelta a los clientes».

Abbas Kiarostami.- «El viento y la hoja»

 

Abbas-ntr- Abbas Kiarostami .- kireei com

 

(Imágenes.- 1.-Abbas Kiarostami/ 2, 3 y 4. – fotografías de Abbas Kiarostami)

 

FELLINI EN EL PSICOANALISTA

cine-ubbbf- Fellini- Paola Agosti- mil noveientos noventa y dos

El psicoanalista se sentó en su sillón,  abrió las páginas de la revista «Expresso» , y leyó las contestaciones que allí  iba proporcionando Federico Fellini:

 

Cosas que siempre me agradan, confesaba el director cinematográfico:

las estaciones de trenes

los aeropuertos

el arroz

Rosini

las rosas

los hermanos Marx

los tigres

aguardar en una cita con la esperanza de que el otro (o la otra) no se presente

Totó

Piero della Francesca

Homero

el mes de septiembre

los trenes

Ariosto

los perros de agua y los perros en general

el olor de la tierra húmeda

los cipreses

el mar en invierno

la gente que habla poco

James Bond

los lugares vacíos

los restaurantes desiertos

las iglesias vacías

los silencios

el sonido de las campanas

estar solo en Urbino

una tarde de domingo

Bolonia

Venecia

toda Italia

Raymond Chandler

Simenon

Kafka

Dickens

Londres

los portones

las castañas asadas

viajar en ómnibus

las camas altas

Viena

las librerías

los lápices Faber número 2

los espectáculos de variedades

el chocolate amargo y semidulce

despertarse

ir a dormir

los secretos

Lana Turner

las actrices

las bailarinas clásicas

 

cine.- rtbbh.-. Federico Fellini.-Mary Ellen Mark

 

Luego el psicoanalista paso a la siguiente página y leyó:

Cosas que nunca me agradanconfesaba Fellini:

Las fiestas

Las celebraciones

Las entrevistas

Las discusiones

Las mesas redondas

Las peticiones de autógrafos

Viajar

La montaña

Los barcos

La música de los restaurantes

Las radios que funcionan a todo volumen

El ballet

Los hongos

El queso gorgonzola

Las avestruces

Brecht

Woddy Allen

Los almuerzos oficiales

Los brindis

Los discursos

Las invitaciones a estrenos

Las taquígrafas

El té

Las citaciones judiciales

Los films juveniles

Los hombres machistas

Pirandello

Los paisajes hermosos

Los films politicos

Los films psicológicos

Los films históricos

Las ventanas sin cortinas ni colgaduras

El ketchup

 

cine-yybbfr-Federico Fellini

 

Después, el psicoanalista, cotejando todas estas respuestas y mirando el rostro del director, sacó sus propias conclusiones.

(Imágenes.- 1- Fellini- Paola Agosti- 1992/ 2.- Fellini- Mary Ellen Mark / 3.- Federico Fellini)

 

 

ORSON WELLES

 

cine-innh-Orson Welles- -Horst P Horst- mil novecientos treinta y ocho

 

«El propósito de un film – decía Orson Wellesreside sobre todo en la presentación del problema más que en la solución«. Ahora se le evoca en el centenario de su nacimiento y las leyendas y verdades sobre su figura se acumulan. En una de esas leyendas se afirma que, pronunciando una tarde una conferencia en una pequeña ciudad americana, se encontró con una sala prácticamente vacía. Entonces se presentó ante los poquísimos oyentes en estos términos: «Yo monto piezas en Broadway, hago teatro y cine como actor y como director, creo escenarios, pinto, dibujo, toco el piano y el violón, escribo y dirijo emisiones de radio, también soy novelista y, en ocasiones, prestidigitador… No es por tanto nada extraño que yo sea tan numeroso… y ustedes sean tan pocos».

 

cine.-6bbbn.-Orson Welles.-por Jane Bown

 

Para algunos de los que le conocieron Welles sería – y así lo señaló Jean- Claude Allais – un Príncipe del Renacimiento que destaca en nuestro siglo de individuos mediocres; para otros, un impostor; para otros aún, «una fuerza de la naturaleza y del artificio». El coraje de Orson, como todo lo que le caracteriza – comentaba uno de sus colaboradores -, su imaginación, su generosidad, sus audacias y sus miedos, su sensibilidad y a veces su grosería, es de una desmesurada soberbia».

 

café.-t66nnm.-El Caffé Greco de Roma en 1943.-Aldo Palazzeschi, Goffredp Petrarse, Mirko, Carlo Levi, Pericle Fazzini,  Orson Welles, Elio Plaiano y Vitaliano Brancati entre otros.

 

«El cine es un medio de expresión fascinante… – señaló Welles un día – Quiero servirme de una cámara para hacer poesía».

 

Shakespeare-bbvc- Macbeth- Orson Welles

 

(Imágenes.-1.-Orson Welles-Horst P Horst.-1938/ 2.-Orson Welles- Jane Brown/ 3.- Orson Welles en el café Grecco de Roma junto a Carlo Levi, Vitaliano Brancati y Aldo Palazzeschi entre otros.-1943/ 4.-Orson Welles en «Macbeth»)

 

 

 

 

 

 

CHAPLIN HACIA CHARLOT

cine,.rrttbb-,.Charlie Chaplin.-1916

 

Kafka-  paseando con Gustav Janouch por las calles de Praga– confesaba que había visto una o dos películas de Chaplin y enseguida, al contemplar unas fotografías del director y actor que Janouch le enseñaba, comentó: «Es un hombre muy enérgico y obsesionado por el trabajo. Sus películas humean de desesperación ante la invariabilidad de lo mediocre, pero no se rinde. Como todo verdadero humorista, tiene la dentadura de una fiera; con ella se lanza al mundo. Lo hace de una manera muy personal. A pesar de su cara blanca y de las negras ojeras, no es un Pierrot fundamental, pero tampoco un crítico mordaz. Chaplin es un técnico. Él es hombre en un mundo de máquinas en el que la mayoría de sus congéneres ya no disponen del sentimiento y de las herramientas mentales necesarias para apoderarse como es debido de la vida que les ha sido prestada. No tienen imaginación. Así que Chaplin se pone a trabajar en ello: igual que un técnico dentista fabrica dentaduras postizas, él crea prótesis de imaginación. Eso es lo que son sus películas. Eso es el cine en general (…) Para mí lo cómico es un asunto demasiado serio.»

 

cine.-r3rf.-Charles Chaplin en los años 20

 

Al reeditarse ahora la autobiografía de Chaplin con motivo del centenario del nacimiento de Charlot vuelven a la memoria lo que muchos escritores, artistas y poetas dijeron de él. Diversas revistas han tratado su figura. «Le Magazine Littéraire» condensa muy diversas voces: Ossip Mandelstan, Roland Barthes, Jean Epstein, Henri Michaux y Hannah Arendt entre otros.

 

cine.-ii8u.-Chaplin en Luces de la ciudad.-1931

 

En 1924, René Crevel, desde el ángulo del surrealismo, escribía en la revista belga «Le Disque vert» sus «Buenos días, Charlot«: Cuando tu has nacido – decía – esto que por otra parte afecta a mí mismo – cuando me he dado cuenta de que tu existías, he tenido realmente necesidad de ti (…) Charlot, con la nostalgia de un imposible paraíso, tu bastón en la mano, vas siempre deprisa (…) ¿ Charlot se evade? No. Charlot no se evade, no puede evadirse. Es siempre la misma cosa, mi pobre viejo. Eres prisionero de las mujeres, de los paisajes, de tus ropas, de tu melancolía, de tu piedad, de tu arte de hacer reír. ¿El arte de hacer reír? Tu sobre todo tienes la voluntad de hacer reír y eres muy inteligente. Quieres tener razón de los seres y de las cosas de las que eres esclavo, y para estar seguro de hacer reír, te ríes de ti, haces burla de ti mismo (…) Tu humor, como todas las piezas de tu traje, sirve para imaginarte mejor. Si te desvistieras, si aparecieras desnudo, nadie te reconocería, pero yo diría al verdadero Charlot que aún ignorara: Buenos días, Charlot

 

cine,.vcs,.Charles Chaplin

 

Lorca escribía»: «Charlot dedica sus lágrimas a los peces de colores, dando un ejemplo de sabiduría e igualdad jamás halladas. Es porque sus actos y sus gestos tienen un sentido nuevo. A la muerte le entrega su pequeño bigote universal; al hambre, su serenidad ; a la tempestad desencadenada el va y viene inefable de sus hombros, pero a los peces de colores, a los pobres y absurdos peces de colores les entrega sus lágrimas, sus lágrimas que acaban de formarse en los cristales por donde ellas se deslizan (…)»

 

cine.-388.-Charlie Chaplin.- Foto Lee Miller(Imágenes.-1.-Chaplin- 1916/ 2- Chaplin/ 3-Charlot en «Luces de la ciudad·/ 4.- Chaplin/5.- Chaplin- foto Lee Miller)

CINECITTÀ

cine.- rtbbh.-. Federico Fellini.-Mary Ellen Mark

 

«Yo en Cinecittà no habito sino que vivo – le confesaba Federico Fellini a Ignazio Maiore en 1973 – Mis experiencias, mis viajes, las amistades, las relaciones empiezan y terminan en las salas de rodaje de Cinecittà. Todo lo que existe fuera de las verjas de Cinecittà son afluentes, aunque insustituibles, un enorme y maravilloso almacén que visitar, que expoliar, que transportar dentro de Cinecittà ávida, incansablemente. No sé si todo esto es un privilegio o una servidumbre, pero es mi modo de ser.» Benito Merlino, al recorrer la vida de Fellini, contaba cómo el director italiano donde se encontraba más a gusto era

 

Fellini.-4ffv.-Federico Fellini rodando ante Marcello Mastroiani caracterizado como violonchelista en El viaje de Mastorna.-1965

 

en Cinecittà. Con frecuencia, muchos domingos por la tarde, se recluía allí para trabajar con calma, sin llamadas de teléfono, lejos de la ciudad. Era aún adolescente, cuando a través de las actualidades del cine Fulgor de Rimini oía hablar de Cinecittà y sería años más tarde, como sigue contando Merlino,  cuando Federico acompañaría un día a Ingmar Bergman por aquellos estudios, un Bergman «que llega vestido con un corto impermeable, el pelo alto en la nuca, las manos cruzadas a la espalda». El director de Cinecittà

 

cine.- 44fftt.- Fellini y Giulietta Masina rodando Las noches de Cabiria

 

le había rogado a Fellini que lo acompañara y el director italiano, un poco descontento por la austeridad del sueco, guía a su compañero por el dédalo de la ciudad cinematográfica. Entre otros sitios se detienen ante la gran piscina – «la más grande del mundo» – en la que todo se puede reconstruir: batallas navales, naufragios, competiciones de delfines, como así lo destaca el director de los Estudios y Fellini procura traducirlo al inglés.

Ahora el cine – como se recuerda estos días – se va de Cinecittà. Pero entre tantos directores como por allí han pasado quizá Fellini es el que más  

 

cine-uuggnl- Fellini y Mastroiani- mil novecientos ochenta

 

quede en la memoria. «Aquí paso mis mejores ratos – había confesado el autor de «La Strada» -. Es mi fábrica, el lugar donde trabajo y es un buen instrumento de trabajo. Además me siento unido a ella por lazos de orden afectivo. Vine aquí por primera vez hace mucho tiempo. Entonces era periodista y hacía entrevistas a estrellas, a directores de cine…» Merlino cuenta que era en el estudio 5 donde Fellini disponía de un gran despacho. Un diván, algunos sillones, una mesa con dos teléfonos, una vieja Olivetti y un amplio tablero mural

 

cine.-44ffn.-Federico Fellini

 

forrado en verde donde colocar notas, fotos o direcciones. Se añadía a esto un comedor y una pequeña cocina en la que un exboxeador convertido en cocinero preparaba bajo sus indicaciones comidas muy simples a base de patés y tortillas para sus numerosos invitados. Fellini prefería comer en Cinecittà. Sobre su mesa más de cien estilográficas, lápices y pinceles de todos los colores con los que dibujaba siluetas, perfiles, narices, bigotes, detalles de vestimenta, actitudes, expresiones del rostro de innumerables personajes.

(Imágenes.-1.-Fellini.-Mary Ellen Mark/ 2.-Fellini y Mastroiani en 1965/ 3.- Fellini y Giuletta Masina en «Las noches de Cabiria»/ 4.- Fellini y Mastroiani/ 5.-Federico Fellini)

BERGMAN Y LA ISLA DE FARÖ

cine.-rvuuu.-Ingmar Bergman por Irving Penn.-Estocolmo.-1964

 

«¿ Sabe usted lo que es hacer cine? – se preguntaba Bergman en una entrevista en 1964 – Ocho horas de duro trabajo cada día para obtener tres minutos de película. Y durante esas ocho horas habrá tal vez  solo diez o doce minutos, si tienes suerte, de verdadera creación. Y tal vez ni los haya. Entonces tienes que prepararte para otras ocho horas y rezar por que esta vez sí lleguen tus diez minutos buenos.» Mason Currey, que ha querido estudiar los rituales cotidianos de muchos artistas, añade que para Bergman hacer cine es también escribir guiones lo cual hace siempre en su casa en la remota isla

 

cine-bpooi-Ingmar Bergman- Louis Huch- mil novecientos cincuenta y tres

 

de Farö, Suecia. «Descubriendo a Ingmar  Bergman», el documental de Hynek Pallas y Jane Magnusson, nos lleva a descubrir también a Farö en la vida del director sueco. «Mi ligazón con Faröcontó Bergman en sus Memorias – tiene varias causas; primero fueron las señales de mi intuición: éste es tu paisaje, Bergman. Responde a tus ideas profundas en lo tocante a formas, proporciones, colores, horizontes, sonidos, silencios, luz y reflejos. Aquí hay

 

cine-bjju-Bergman en El séptimo sello- mil novecientos cincuenta y siete

 

seguridad (…) Por ejemplo, en tu profesión buscas simplificación, proporción, tensión, respiración. El paisaje de Farö te proporciona esto en gran medida. Otras razones: tengo que tener un contrapeso para el teatro. En la playa puedo ponerme furioso y rugir. Lo más que puede ocurrir es que levante el vuelo una gaviota. En el escenario eso es una catástrofe.

Razones sentimentales: pensaba apartarme del mundo, leer los libros que no he leído, meditar, purificar mi alma. Pocos meses después ya estaba involucrado sin remedio en los problemas de los habitantes de la isla, lo que dio como resultado «Documentos sobre Farö».

(En 1970, en conversación con Stig Björkman explicaba Bergman cómo habló con los ganaderos de la isla, que estaban peor pagados que los otros. Eso nos

 

Bergman-nnbb-24psverite com

 

parecía curioso e injusto a un tiempo.»A medida que transcurrían los días, cada vez nos resultaba más fascinante penetrar en los problemas de los habitantes de la isla (… ) En  muchos aspectos, Farö sigue estando muy atrasado.»)

Bergman en la isla de Farö se levantaba a las ocho, escribía desde las nueve hasta el mediodía, y luego comía de forma austera. «Constantemente almuerza lo mismo – recordaba la actriz Bibi AnderssonEso no cambia. Es una especie de crema agria batida, muy grasa, con mermelada de fresa muy dulce… Una suerte de extraña papilla de bebé que come con tortitas de maíz.» Después de almorzar, retomaba el trabajo desde la una hasta las tres, y luego dormía una hora. Al caer la tarde salía a caminar o tomaba el ferry hasta la isla vecina para recoger los periódicos y el correo. «He estado trabajando todo el tiempo – dijo al final de su carrera – y es como un gran torrente que atravesara el paisaje de tu alma. Es bueno porque se lleva muchas cosas. Es purificador. Si no hubiera estado trabajando todo el tiempo, habría sido un lunático.»

 

 

(Imágenes.-1.-Bergman.-por Irving Penn– Estocolmo 1964/ 2.- Bergman.-por Louis Huch– 1953/ 3.-Bergman en «El séptimo sello». 1957/ 4.-Bergman-24psverite.com)

TURNER O LA POESÍA DE LAS NIEBLAS

 

 

Turner-vvbby-Wreckers costa de Northumberland- Yale Center for British Art- wikipedia

 

«La pintura en general es algo extraño», decía  Turner. Algunos de sus conocidos comentaban:  «Turner iba de un lado a otro en días de barnizado, juntando y aplicando todos los pigmentos brillantes que podía conseguir, cromos, verde esmeralda, bermellón, etc, hasta que éstos resplandecían literalmente de luz y color (…) Los artistas temían colgar sus cuadros junto a los de Turner, diciendo que era tan malo como colgarlos junto a una ventana abierta.»

Ahora el cine presenta la vida del pintor realizada por Mike Leigh. Su falta de sociabilidad no le granjeó el afecto de sus contemporáneos.  Su vida se proyectó en una atmósfera singularmente reflejada en sus lienzos. Cuando Philip Ball resume «la invención del color» recuerda que Turner solía comprar los colores a

 

Turner-wwsw-tormenta de nieve- mil ochocientos cuarenta y dos- TATE Gallery- Londres

 

 

George Field, el principal fabricante inglés de colores en el siglo XlX. Turner se apoderaba enseguida del azul cobalto, del verde esmeralda, del bermellón naranja, del cromato de bario, amarillo y escarlata cromo, así como de las nuevas lacas amarillas y rojas; utilizaba cada material a los pocos años de su aparición. Un grabador de la época – evoca Ball – comentaba que Turner osaba emplear esos pigmentos nuevos mientras que otros artistas no se atrevían. «Una anécdota de su comportamiento habitual en  la Royal Academy en «días de barnizado», cuando 

 

paisajes.-5gyy77.-Turner.-el paso del St Gothard.-1804

 

los miembros traían sus cuadros para barnizarlos, nos da una idea de la avidez de Turner por los nuevos pigmentos sintéticos. Se concedía a los pintores unos días para retocar las obras antes de aplicarles la capa protectora. Pero en la década de 1830 Turner acostumbraba a llevar lienzos con composiciones insípidas y mediocres. Una vez que éstas se colgaban junto a las de sus rivales (pues así los consideraba Turner), comenzaba el verdadero trabajo in situ.»

 

mar.-2244.-Turner.-La lucha contra el Temerario.-1838.-National Gallery

 

Penetrantes análisis de sus visiones pálidas, de sus tenues pinceladas de rosado, azul y amarillo, de las más delicadas películas y neblinas de color las hizo Kenneth Clark en «El arte del paisaje«. Como Raymond Cogniat quiso recordar juntos a Turner y a Monet : «Es imposible – dijo – no ver en Turner al precursor de Claude Monet, ya que comprende la poesía de las nieblas de las que emergen 

 

Turner-nnbbr- Interior at Petworth -mil ochocientos treinta y siete- TATE -Londres

 

lentamente visiones irreales. Es posible oponer el uno al otro, decir que Turner trata de construir sus temas con galas de colores que se funden imperceptiblemente unos con otros, mientras Monet adopta decididamente la yuxtaposición y la oposición de pinceladas de colores complementarios. Se puede añadir que Turner inventa paisajes misteriosos, mientras Monet

 

Turner-nnbm- The Blue Rigi- mil ochocientos cuarenta y dos

 

 

no renuncia jamás a los paisajes reales. Sin embargo, les une la estrecha relación de sus sensibilidades y de los procedimientos que emplean, y un nuevo concepto del paisaje que transforma totalmente las ideas anteriores y que no tienen paralelo en la historia de la pintura occidental.»

 

 

 

(Imágenes.-1.-Wreckers costa de  Northumberland- 1836- Yale Center for Btitish Art.-wikipedia/2.-tormenta de nieve- 1842- Tate Gallery- Londres/ 3.-el paso de San Gotardo- 1802/ 4.-la lucha contra el temerario- 1830/ 5.-interior of Petworth House- 1837- Tate Gallery- Londres/ 6.-The Blue Rigi- 1842)

MARIENBAD, RESNAIS

«La historia se desarrolla – escribía Robbe- Grillet– en un gran hotel, una especie de palace internacional, inmenso, barroco, con una decoración fastuosa pero fría: un universo de mármoles, columnas, ramajes estucados, artesonados dorados, estatuas, criados en actitudes rígidas. Una clientela anónima, educada, rica sin duda, ociosa, practica seriamente, pero sin pasión, las estrictas reglas de los juegos de sociedad ( cartas, dominós…), de los bailes mundanos, de la conversación huera o del tiro de pistola. Dentro de este mundo cerrado y agobiante, hombres y cosas parecen, por igual, víctimas de algún hechizo, como en los sueños en que uno se siente guiado por una ley fatal, cuyos más pequeños detalles sería tan vano pretender modificar como intentar evadir.

cine-eern-Alain Resnais y John Gielgud- eldiario.es

Un desconocido vaga de sala en sala – ora llena de gente en actitudes afectadas, ora desiertas -, traspone puertas, tropieza con espejos, recorre interminables pasillos. Su oído capta algunos trozos de frases, al azar. Su mirada pasa de un rostro anónimo a otro rostro anónimo. Pero siempre vuelve sobre el de una mujer, hermosa prisionera, tal vez todavía viva, de esta jaula de oro. Y he aquí que le ofrece lo imposible, lo que en este laberinto, en donde, por lo visto, el tiempo se ha abolido, parece lo más imposible: le ofrece un pasado, un porvenir y la libertad. Le dice que se encontraron ya, hace un año, que se amaron, que él comparece ahora a la cita que ella le dio y que va a llevársela consigo.»

cine-rrfg-Alain ResnaisEscribí aquí hace ya tiempo de «El año pasado en Marienbad»

Estos días se anuncia la desaparición de Alain Resnais.

Descanse en paz.

(Imágenes.-1.-Alain Resnais y John Gielgud.-eldiario.es/ 2.-Alain Resnais dirigiendo)

ANNA KARENINA

Ana Karenina.-7hu.-Keira Knightlet en el papel de Ana.-foto Laurie Sparham

Respetando todas la opiniones y gustos cinematográficos, he aquí una nueva versión de Anna Karenina con la plasticidad luminosa de Joe Wright. Numerosas y célebres adaptaciones en la pantalla y numerosos y célebres estudios en torno a la novela, a sus sentimientos y a sus personajes. Steiner dedicó un libro entero –  «Tolstoi o Dostoievski» – a comparar lo dramático del segundo con lo epopéyico del primero, y Nabokov consagró varias de sus clases en Cornell al análisis del libro. Para enseñar bien «Anna Karenina» Nabokov hacía primero un dibujo del atuendo que Kitty se habría puesto para ir a patinar. Cronometraba y trazaba mapas de las novelas – y así lo recuerda Boyd en su biografía – en parte por la sorpresa que le deparaba ese ejercicio, en parte para que los libros quedaran grabados en la mente de los alumnos. A la novela de Tolstoi Nabokov le dedicó al principio seis clases que terminaron siendo diez y ocuparon quince en el de narrativa europea. Le interesaban mucho los detalles, como ya recordé aquí al hablar del «bolso de Anna Karenina«. Los dolores del parto que aparecen en el libro, la complejidad de

kinopoisk.rula mente de Tolstoi o la manera de tratar el tiempo en el novelista ruso le provocaban intriga como profesor. Por su parte, Steiner desciende en su estudio a muchas situaciones que pueden contemplarse en esta película. En la escena del teatro, por ejemplo, «la intensa ironía -dice Steiner – viene del decorado; la sociedad condena a Anna precisamente en el lugar donde la sociedad es más frívola, más vanidosa, más sumergida en la ilusión«. Muy probablemente tanto Steiner como Nabokov conocerían las variantes que existen de los borradores de esta novela. Tolstoi, antes de redactar su texto definitivo, hacía que Anna unas veces se llamara Tatiana y otras Anastasia. Pero quizá lo más interesante como aportación del inicio del proceso creador en el gran novelista del XlX sea la nota que la condesa Sofía redacta el 24 de febrero de 1870: «Ayer por la noche, León me ha dicho que él ha entrevisto un tipo de mujer casada, y de gran mundo, que se encontraría perdida. Me ha explicado que su tarea consiste en pintarla únicamente digna de piedad y no culpable y que desde que ese tipo de mujer se ha presentado en su novela, todos los personajes que él había imaginado anteriormente han encontrado su sitio y se han ido agrupando en torno a esta mujer».

(Imágenes.-Keira Knightley en escenas de «Anna Karenina» de Joe Wright)

«LOS MISERABLES»

Hugo.-rtcvv.-barricada en la película Los Miserables

«Los insurrectos disparaban a lo largo de todo el boulevard Beaumarchais escribe Victor Hugo en «Cosas vistas«, obra publicada postumamente -, y lo hacían desde lo alto de las casas nuevas…Habían colocado en las ventanas muñecos, botes de paja revestidos con blusas y tocados con sombreros. Yo podía distinguir perfectamente a un hombre que se había refugiado tras una pequeña barricada en el ángulo de un balcón. Este hombre vigilaba todo el tiempo y mataba a todo el mundo. Eran las tres. Los soldados coronaban el boulevard du Temple y respondían al fuego… Creí mi deber hacer un esfuerzo para que cesase, si era posible, la efusión de sangre y me adelanté hasta el ángulo de la rue d´Angoulême. Cuando estaba a punto de alcanzar una pequeña torrecilla que estaba allí cerca, me asaltaron unos disparos de fusil. La torrecilla quedó acribillada por las balas detrás de mí. Estaba cubierta por carteles de teatro desgarrados por los soldados. Arranqué un trozo de papel como recuerdo. El cartel al que pertenecía anunciaba para ese mismo domingo una fiesta en el Chateau des Fleurs con diez mil farolillos!».

escritores.-6gghg.-Víctor Hugo

Son los ojos de Victor Hugo paseando por los recuerdos, evocando «Los Miserables». Entre las escenas violentas del París de entonces se le queda grabada esa barricada de faubourg du Temple, defendida por ochenta hombres, atacada por diez mil durante treinta y tres días… «Ni uno solo de esos ochenta hombres – dice Hugo– logra huir, todos acabaron muertos..»(…) Y más adelante confiesa:» Es uno de los raros momentos en los que, haciéndose lo que se tiene que hacer, se advierte alguna cosa que desconcierta y que desaconsejaría llegar más lejos; se persiste, es cierto; pero la conciencia satisfecha se torna triste, y el cumplimiento del deber se complica con un estrechamiento de corazón».

Cuando a Alejandro Dumas le preguntaron cuál era la causa del extraordinario éxito de «La historia de los  girondinos» de Lamartine, señaló: «es porque se ha elevado la Historia al nivel de la novela«. Novela e Historia se entremezclan también en «Los Miserables». La Historia arroja en su balance de la Comuna 38.000 detenciones: 270 inculpados fueron condenados a muerte, aunque solamente 26 fueron ejecutados, 410 fueron condenados a trabajos forzados, 7.500 acabaron deportados, 117 quedaron vigilados por la policía, 56 niños se enviaron a casas de corrección.

Hugo.-4rvb.-Cosette en Los Miserables.-wikipedia

Cuando el 22 de febrero de 1871 escribe Victor Hugo: «Saco de paseo a los pequeños Georges y Jeanne en todos mis momentos de libertad. Se me podría calificar así: Victor Hugo, representante del pueblo y niñera«, el anciano que no ha deseado doblegarse ante ningún tirano se «deja doblegar por un chiquillo». En 1877, ocho años antes de su muerte, publicará «El arte de ser abuelo» y cuando observe dormida a Jeanne cogiéndola del dedo, en la contemplación de «una profunda paz tachonada de estrellas«, quizá ya se alejen de su recuerdo las barricadas.

(Imágenes.-1-fotografía de la película «Los Miserables»/2.-Victor Hugo/ 3. Cossette.-wikipedia)