«Rompe el mar
en el mar, como un himen inmenso,
mecen los árboles el silencio verde,
las estrellas crepitan, yo las oigo.
(…)
Es que quiere quedar. Seguir siguiendo,
subir, a contra muerte, hasta lo eterno».
(…)
Blas de Otero: «Lo eterno» («Ángel fieramente humano»)
(Imagen: fotografía de Robert Adams.-ngagov)