«Escribir en un blog – ha dicho Andrew Sullivan, uno de los blogueros más conocidos – quizá se comprenda mejor si uno se acerca a dos metáforas musicales. La del disc jockey, que a la vez que crea reúne creaciones llegadas de otras partes, y la del jazz, que se basa al mismo tiempo en la improvisación y en la colaboración de los otros. No reemplaza a la música clásica pero se interpreta y se escucha de un modo diferente».
«Es en Montaigne donde nosotros encontramos la quintaesencia del arte de bloguear – ha seguido diciendo Sullivan -, en su manera de volver sobre lo escrito, modificarlo y ser continuamente escéptico respecto a uno mismo».
«Un texto en un blog – ha continuado – es a la vez superficial en lo que tiene de breve y de rápidamente escrito, pero gana en profundidad cuando proporciona enlaces hacia sus fuentes que permiten a cualquier lector juzgar sobre su pieza. Esta rapidez nos hace igualmente apreciar los textos más pensados y nos invita a pasar constantemente de una forma a otra».
He leído estas y otras palabras de Sullivan que aparecen en «Atlantic Monthly» bajo el título «¿Por qué yo blogueo?», y luego he seguido escuchando a Leonard Cohen, con su ronca voz bajando por los valles de la depresión hasta subir lentamente y remontarse poco a poco a las alturas.
(Imagen.-Leonard Cohen.-Montreal International Jazz Festival.-foto: Yannick Grandmont for The New York Times)
