EL HOMBRE C0MEDOR

El hombre comedor — dice Balzac — cede al apetito de los sentidos, cede también al apetito de la imaginación.. Un bocado al pasar por su boca, deja una sensación muy ligera, cierto, pero al fin y al cabo, despierta una idea : es un clamor que puede producir la luz. Es un germen que, hábilmente fecundado por el arte, puede convertir al sujeto en un goloso de escaso mérito.


El hombre comedor es difícil de reconocer únicamente por el examen de su fisonomía: para emitir un juicio infalible, habría que verlo mientras come No obstante, algunos signos característicos pueden orientar al observador incipiente.


Es con frecuencia delgado y alto ; come rápido y mucho; pocas veces pone dificultades ; aún así no admite todos los platos. Suele preferir bocados sólidos, y hace poco caso de los entremeses y los postres. Le gusta bastante la costilla de buey y el asado, pero se niega a probarlos por temor a manifestar alguna analogía con el glotón.

El signo que distingue al hombre comedor es el de actuar lentamente, y tras masticar con bastante detenimiento, habla, con frecuencia: es a veces bastante jovial y alegre, pero estas valiosas cualidades no se revelan hasta el segundo servicio.

(Imágenes- 1,2 y 3- wikipedia/ 4- El gastrónomo Antoine Careme/ 5 – Jean Béraud – bistrot- colección particular)