
Todo el horror de las guerras modernas— escribía Bernanos— parece realmente satánico. Las patrias arriesgaban ejércitos; el mundo, desde el primer momento, empeña hoy su juventud, y luego se organiza como si esta prenda no hubiera de serle restituida nunca. En efecto, nunca le será restituida, si las hostilidades se prolongan, porque una juventud reducida a la mitad, profundamente alterada en su fondo moral por una misión expiatoria asumida casi al salir de la infancia, a la edad en que, según la naturaleza, el ser tiene derecho a la protección, lejos de estar obligada a proteger a los demás…, esta juventud ya no es más que un fantasma de juventud, una juventud inmediatamente absorbida por la enorme, la opulenta Retaguardia, llegada al término de su madurez, madura al fin.”
(Imagen— twitter- ukranian)